Guillermo Ramírez Malberti, artista conocido sobre todo dentro de las artes plásticas cubanas por su trabajo escultórico e instalativo, presentó recientemente, en la galería principal del Taller Experimental de Gráfica de La Habana, un conjunto de litografías realizadas entre los años 2015 y 2019.
Respaldados por un meticuloso y provocador despliegue del dibujo, los treinta grabados de mediano y gran formato incluidos en la muestra, establecen su perspectiva representativa, su discurso alegórico, sobre temas y situaciones inquietantes de la actualidad social.
En las palabras al catálogo de esta exposición, que tuvo el sugerente título de Delitos, el crítico de arte David Mateo expresó: (…) todos estos años de trabajo casi a contracorriente, de pertinaz inmersión en el ejercicio paródico desde la producción bidimensional o volumétrica, han contribuido al crecimiento profesional de Malberti. Él ha ampliado de manera considerable su intuición de rastreo, su voluntad de riesgo para adentrarse en nuevos y más sofisticados motivos de la alegoría. Si ayer lo veíamos sumergido en una obra dedicada al desmontaje de convencionalismos simbólicos en torno a la noción de “lo cubano”, cuestionando clichés y arquetipos sociales, hoy lo vemos concentrado en una serie de obras que, con sarcásticas manipulaciones de los referentes culturales (propios y ajenos), ahondan en disyuntivas específicas, en vivencias derivadas de la compleja circunstancia económica y política en la que nos encontramos.
12 de marzo de 2019