La Feria de arte Material -que acaba de desarrollar su edición número 11 en la Ciudad de México- sobresale por la diversidad de propuestas técnicas y conceptuales, la prominencia de la instalación y el performance, la concurrencia de gran cantidad de artistas jóvenes, y la representación heterogénea de regiones, prácticas artísticas de México y el ámbito internacional. Tan intensa resulta la materialización física de estas pretensiones curatoriales dentro del recinto expositivo (se presentaron más de 70 expositores), que a veces la museografía deja la impresión de haber sido demasiado copiosa para el inmueble, por momentos un tanto hacinada, situación que se agrava ante la amplia asistencia de público que tuvo el evento. Conjugar de manera más funcional esa dinámica de relación entre la proyección de la obra, el uso de los espacios y el diálogo entre ellos, y las variables de recorrido, continúa siendo, sin duda alguna, una tarea pendiente para próximas ediciones de la feria.