El artista mexicano Javier Hinojosa (1956) exhibe una muestra extensa de su obra fotográfica en la galería Terreno Baldío Arte de la Ciudad de México, con curaduría de Michel Blancsubé.
Su acucioso y poético registro de la naturaleza profunda, intrincada de América Latina, se ofrece a plenitud en los tres pisos de la institución, con una museografía depurada, fácil de transitar, que incluye fotografías de pequeño, mediano y gran formato, y una sugerente instalación audiovisual.
Según hemos podido conocer en visita a la exposición, Hinojosa coordina desde hace más de 20 años el proyecto “Estaciones”, una documentación artística de áreas naturales protegidas (bosques, humedales, cimas, cañadas) que se han mantenido al margen de las acciones de urbanización. Comprometido con su espíritu conservacionista, trabaja también la fotografía con procesos analógicos no tóxicos y no contaminantes.
Sobre el autor y la obra seleccionada para esta oportunidad, comenta en las palabras al catálogo el curador Michel Blancsubé: Aunque las imágenes de Hinojosa no van acompañadas de discursos ecologistas, las circunstancias del momento medio ambiental que estamos viviendo nos llevan a leer e interpretar este trabajo en el contexto del calentamiento global, cuyas consecuencias son cada vez más sensibles. Desde esta óptica el cuasi monopolio del blanco y negro está a dos filos: el artístico por un lado, y por otro, un intermedio pasadista y futurista, generando una especie de tiempo suspendido. Tomemos el desvío por una característica emblemática de la fotografía de Hinojosa para tratar de entender esta impresión de detención temporal. La fotografía es, por definición, una parada en la imagen; pero mas allá de esa tautología, lo que, en este caso, refuerza esa sensación de intemporalidad, es la usencia total y constante de presencia humana en esas imágenes. Animales sí, humanos no. ¿Algo premonitorio de un posible futuro libre de humanidad, como cuando hablamos de espacio libre de humo? Un sueño ecológico radical de un planeta regresando a un estado antes de nuestra caída sobre la tierra, desaparición que eliminaría el insoportable antropoceno devastador que conocemos. ¿Y luego?