Conversamos con la artista colombiana Giselle Borrás, que participa en la feria Zona Maco 2025 con la galería de arte latinoamericano Mark Hachem…
Artcrónica: ¿Giselle en qué consiste tu propuesta artística incluida en Zona Maco 2025?
Giselle Borrás: Aunque soy colombiana, mi historia combina también con una herencia europea porque mi papá es español; o sea, soy colombiana-española y eso se ve reflejado en mi obra. Cuando tú ves la obra de Giselle Borrás ahí se muestra esa hibridación cultural; se reconoce la necesidad de tomar esos espacios públicos monumentales europeos, que son bien pesados y ornamentados desde el punto de vista arquitectónicos, e intervenirlos con el toque, o digamos, con un poquito de la informalidad que caracteriza a los latinoamericanos. En las piezas vas a ver cómo esos espacios europeos públicos y monumentales se vuelven íntimos, y surge entonces el pequeño espacio, la pequeña creación de un personaje. En la serie, por ejemplo, que he titulado Habitáculo, como referencia a pequeños cuartos, a pequeños espacios, abordo el tema de la realidad como una creación mental. Estamos como espectadores invitados a observar la realidad o el pequeño micro mundo creado por un personaje que va construyendo su propia historia. Cuando ves ese micro mundo desde afuera, a distancia, puedes percibir que es ilusorio, aunque tu experiencia lo asuma como algo sólido, fuertemente construido. Al final es tu mente la que ha creado toda esa historia de vida y lo que experimentas como real. Todo el proceso se apoya en mis consideraciones o interpretaciones de la física cuántica, en la que se cuestiona la materialidad de la realidad.
Artcrónica: Pero tenemos entendido que participas en Zona Maco con dos piezas, y nos han comunicado que ahora ya no está colgada la otra porque fue vendida. ¿Esa pieza comparte el mismo concepto de la que acabas de explicar?
Giselle Borrás: En la otra pieza con la que participo en Zona Maco, que es una pintura, el acercamiento es desde un punto de vista diferente. También cuestionando esa materialidad de la realidad; pero cuando tú la observas deduces que es una especie de puntillismo contemporáneo. La idea era desglosar también esos grandes espacios públicos, ornamentados, muy pesados visualmente, y descomponerlos en pequeños puntos, casi que en pixeles redondos; es una imagen de 5 metros que cuando la ves parece casi una fotografía perfecta. Pero en la medida que te acercas a ella te das cuenta de que es tu ojo el que ha hecho todo el trabajo de unir los puntos y volverlos una gran ilusión. Al final es cuestionar un poco eso que veías tan sólido y que al acercarte lo ves casi como una obra abstracta, que no puedes entender muy bien. Es una obra que te invita a hacer un tránsito estético hacia la abstracción en la medida que te alejas o acercas a ella. Esta pieza estaba intervenida con una niña y había como un efecto tridimensional, casi como de collage, imitando el habitáculo, pero llevándolo a la bidimensionalidad. Porque esta obra fue primero y luego pasé a las piezas bidimensionales; quería recrear la experiencia desde un punto de vista diferente. Aquí se trata del espectador entrando en la intimidad desde afuera, el observador del personaje; y por los tamaños propios de la obra, como que el espacio te invita a que sientas que es tu paisaje natural, tu propia escena que estás presenciando. Hay una intervención un poco macondiana del ambiente, porque está esa niña latinoamericana en un palacio europeo, y de repente están creciendo flores en ese palacio junto a ella, como que van apropiándose del espacio, volviéndolo suyo de una forma muy espontánea. Digamos que esa fue la intención de la obra, que la gente se cuestione la imagen y lo que consideramos como material o sólido; cuestionar la realidad como algo no estático que está lleno de posibilidades.
Artcrónica: ¿Qué funcionalidad tiene para ti participar en esta edición 2025 de Zona Maco?
Giselle Borrás: Ya es la cuarta vez que soy invitada por la galería Mark Hachem de París. Para mí de verdad es una tremenda oportunidad. Los artistas siempre estamos buscando maneras de que nuestra obra se vea y se exponga, que es el fin último. Todos tratamos de comunicar a partir de nuestro lenguaje artístico; pero la finalidad es que la gente lo pueda apreciar y tenga acceso a esa comunicación. La oportunidad de una feria como esta es invaluable, sobre todo cuando se trata de una galería europea que le ha puesto el ojo al arte latinoamericano, con mucho interés y ganas de apoyarlo, promocionarlo y darle la oportunidad de mostrarlo al mundo.