(Fotografías archivo Artcrónica. Laura Capote)
El Salón ACME, que se efectúa todos los años en la Ciudad de México en el mes de febrero, y dentro de lo que se conoce como “Semana del arte”, acaba de realizar su edición número 12 del 2025 con magnífica concurrencia de público. El evento, coordinado esta vez por los especialistas Fernanda Brenner, Rosario Güiraldes, Helena Lugo, Haydeé Rovirosa y José Noé Suro, tuvo una amplia respuesta de convocatoria por parte de galerías y artistas de Brasil, España, Francia, Reino Unido, Rusia, Estados Unidos, México, Canadá, China, Corea y Japón.
En esta puesta en escena número 12, en la que Artcrónica participó también como prensa acreditada, se corrobora una tendencia curatorial que privilegia la instalación y la pintura. No cabe dudas que el encuentro, directa o indirectamente, desarrolla un vínculo, un coloquio de carácter conceptual y metodológico, con los postulados básicos de la feria más importante de la semana: Zona Maco, la que parece a veces constituir -desde el punto de vista funcional, estratégico- una especie de alter ego para la mayoría de los acontecimientos que se desarrollan de manera colateral.
Pero si algún aspecto pudiera reconocerse como elemento diferenciador en el planteamiento general de esta edición de Salón ACME 2025, es el nivel de irreverencia técnica, de tanteo multidisciplinar; el sentido de ruptura y ensayo que motiva a muchas de las obras presentes en el evento; perspectiva que encuentra nuevamente un respaldo práctico, una garantía, en el escenario arquitectónico elegido como sede estable de la museografía.