Una importante exposición de la obra de Tatiana Parcero (México, 1967), artista que vive y trabaja actualmente en Buenos Aires, se está presentando en la galería Almanaque fotográfica de la Ciudad de México, con el título Mi cuerpo es mío. La curaduría reúne obras de diferentes formatos, bastante representativas de su intensa labor como activista por los derechos del feminismo.
A través de imágenes sugestivas, dramáticas, que combinan de manera bien dosificada el blanco, el negro y el color, la condición bidimensional e instalativa, la creadora nos ofrece un conjunto de alegorías que marchan por esa vertiente de pensamiento y provocación que siempre le ha interesado estimular en su trabajo; vertiente profundamente interrelacionada con el reclamo por los derechos de la mujer, a ser tenida en cuenta y manifestarse sin ser objeto de agresiones, a poder vivir en armonía con el entorno urbano y natural, a tener control absoluto sobre su cuerpo, sus apetencias y anhelos, y a que se respete algo tan esencial como su facultad de vida.
Sobre los motivos conceptuales y formales de esta muestra, afirma la especialista Karen Cordero Reiman en sus palabras introductorias: Desde los años noventa Parcero ha utilizado su propio cuerpo y su gestualidad, en actos de performance privados, como base para la superposición de mapas, códices, diagramas y otras estructuras conceptuales patriarcales, en obras que expresan la lucha en nosotras mismas entre lo interno y lo externo, entre la vivencia subjetiva y el entorno que la reta, la moldea y en ocasiones la opaca, e incluso la invisibiliza.