Ha recobrado su antigua prestancia el Teatro “La Caridad” de Trinidad. Durante el pasado mes de enero, y como parte de los festejos por el aniversario 507 de la localidad, volvió a abrir sus puertas al público esta institución, indisolublemente ligada a la historia de la ciudad-museo del Caribe y su movimiento artístico.
La arquitecta Rosela Ayala lideró el proyecto que involucrara también a otros especialistas de la Oficina del Conservador de la Ciudad y del Valle de los Ingenios: artistas, artesanos, obreros y trabajadores de muy diversas especialidades. Así, ha sido recobrada la majestuosidad de la cubierta en sus dos primeras crujías, se han rescatado sus motivos florales y una parte de las luminarias y el mobiliario original. Lunetario, cortinas, sistema de audio, suponen un valor añadido y entre ellos quedan armonizadas tradición, tecnología y contemporaneidad.
Dotando a la ciudad de nuevas posibilidades para la socialización del arte y la cultura, la obra le ha devuelto al Teatro “La Caridad” su esplendor arquitectónico. Fundado en 1936, el coliseo cuenta con una capacidad actual para unas 400 personas.
“Tras casi 30 años de infortunio, de inmovilidad, que llevó al teatro prácticamente a la ruina (…) la deuda de honor con la urbe y sus moradores es saldada”, ha asegurado Duznel Zerquera Amador, director de la Oficina del Conservador. El desafío inicial radicó en la obra civil –por el respaldo financiero que demandó– y la magnitud de las labores acometidas. Pero lo fue también la adquisición de la tecnología, el montaje del equipamiento y el diseño escenográfico, encargo que fuera asumido por el Ministerio de Cultura para concluir la ejecución en un año marcado por la pandemia de la Covid-19 y sus estragos a nivel de planeta.
Considerada como una de las ciudades más bellas y mejor conservadas de la región, Trinidad fue fundada en enero de 1514 por los colonizadores españoles. A sus antiquísimas calles y plazas se suman valores culturales únicos y un paisaje natural, donde se conjugan el mar y las montañas.
Declarada Ciudad Artesanal del Mundo por el Consejo Mundial de Artesanías, la localidad –situada en el centro sur de la Isla– junto a La Habana integra la Red de Ciudades Creativas de la Organización de las Naciones Unidos para la Educación, la Ciencia y la Cultura: reconocimientos que avalan siglos de tradición.
Información e imágenes: Agencia Cubana de Noticias