Absorto en su silencio (…) logró que lo dejáramos en paz, que incluso, por momentos, lo olvidáramos. Así pudo quedarse, todo el tiempo y sin apuros, ante lo único que verdaderamente le ha importado: su pintura, sus alumnos, y el mundo según se vive y se percibe desde su apartamento en Centro Habana.
Mi trabajo como fotógrafo está influenciado por mi formación científica: observo y analizo, deconstruyo y fragmento, busco aquellos signos que reflejan las incoherencias del mundo, sus tensiones internas. No pretendo simplificar los sucesos (…) Tampoco quiero dar soluciones (…) Mediante el potencial poético que brinda el medio fotográfico, quiero sacarlo de su zona de confort…
Un ejemplo de obra que ha trascendido su tiempo histórico y quedado integrada a nuestra visualidad (…) es la creada (…) para el Festival de la Canción Protesta (…) en 1967 (…) Rostgaard no inventó ni la rosa ni la espina, buscó, encontró (…) una rosa que se transforma en símbolo universal…
Aun cuando ha trabajado el vidrio, la cerámica, el dibujo o el grabado, pintar es la fuente de su habilidad artística y su estilo distintivo. Por medio de la pintura, ha desarrollado su reconocido esquema de colores (…) Él se nos presenta con un continuo discurso en señas y signos…
Casi toda su obra gira alrededor del subconsciente (…) En poco tiempo la obra de Alicia Leal evolucionó hacia el ámbito de la alusión universal, sin tener que edulcorar o renunciar a rudimentos auténticamente cubanos como la sugestividad religiosa, la sensualidad, el sincretismo, la hipérbole poética, el lenguaje figurado, el erotismo…
