Cuerpo: Carlos Martiel en el Museo del Barrio
Por Pancho López
Una de las mejores exhibiciones del 2024 fue “Cuerpo”, del artista Carlos Martiel, que se presentó en el emblemático Museo del Barrio sobre la Quinta Avenida, en el corazón de Manhattan. Precisamente desde el cuerpo, es de donde surgen todas las piezas que integran la muestra. Martiel nació en Cuba y desde la isla ha venido trabajando en un crecimiento personal a partir de la resistencia. Salió de su país hace ya algunos años y ha estado viviendo en diferentes partes, entre México y Nueva York. Este artista se ha vuelto una referencia del performance a nivel internacional, y hasta septiembre del año pasado tuvo la oportunidad de reunir una buena parte de sus obras en esta muestra antológica.
Uno de sus performance más representativos es el que realizó en el Museo Guggenheim en Nueva York, con una acción muy simple, pero poderosa. Estuvo de pie en una base circular por algunas horas al centro del cilíndrico Museo, ante los ojos de centenares de personas que miraban el escultural cuerpo del artista completamente desnudo y esposado, mientras observaban cada detalle de su anatomía.
Algunas de las obras de ese artista son sumamente crudas y reflejan el dolor que en algunas ocasiones se ejerce en/sobre su cuerpo. Su piel es atravesada por alfileres que sostienen medallas, también por el asta de una pequeña bandera estadounidense que se introduce como flecha en su hombro derecho. Pero más impresionantes son aquellas acciones en las que simplemente está presente, en las que se revelan situaciones que tienen que ver con la negritud, el cuerpo mismo, la fragilidad.
En esta muestra del Museo del Barrio se reunieron al menos ocho videos de registro de acciones, entre performance y videoperformance, así como objetos que forman parte del universo del artista. A la entrada de la sala, y sobre una base con tierra, estuvo realizando una acción igualmente estática, que se presentó el 20 de julio de 2024, con el performance titulado “Sedimento”. El cúmulo de tierra es una reminiscencia del cuerpo humano, del cuerpo de Martiel que estuvo recostado sobre ella. Los temas que aborda regularmente son el colonialismo, la raza, el trabajo y la migración, con la finalidad de tocar temas como el trauma colectivo, situando a los espectadores en una posición incómoda y extrema como observadores.
Desde que se mudó a Estados Unidos ha creado un cuerpo de obra a partir de su experiencia personal, como artista afro/latino/queer, penetrando las estructuras de poder institucional del mundo del arte blanco, reflejando su educación y el espíritu del arte sumamente controlado y vigilado por las estructuras de poder cubanas. Por ejemplo, para el performance “Monumento uno”, presentado en el marco de la Trienal del Museo del Barrio, permaneció desnudo sobre un pedestal e hizo cubrir su cuerpo con sangre, que consiguió donada por minorías (migrantes, latinos, afroamericanos, queer) de diferentes procedencias, que han sido siempre menospreciadas y vulneradas por la cultura blanca de Estados Unidos. Así, su cuerpo se convierte en un monumento temporal, en una especie de escultura efímera, dedicada a todos aquellos cuerpos que históricamente han sido discriminados y excluidos por los discursos patriarcales. Esta serie de monumentos, han sido performances presentados en diferentes momentos, por ejemplo, el cuarto fue realizado en la Bienal de Dakar en 2022, donde hizo un recorrido por las calles que culminó igualmente colocándose de pie sobre un pedestal para ser observado por los transeúntes.
La acción “Hijo pródigo”, realizada en 2010, es una acción presentada en Liverpool, en el Reino Unido, donde colocó sobre su pecho, las medallas con las que el Estado cubano distinguió a su padre por sus méritos, patrióticos, develando realidades y cuestionando la manera en que dicho gobierno aplaude y elogia ciertas conductas, y persigue, condena otras tantas. En esa misma línea llevó a cabo el performance “Condecoración Martiel”, en el 2014, en el que se extirpó, por medio de una cirugía, un círculo de su propia piel para realizar con ésta una medalla similar a las que otorga el gobierno de su país.
A lo largo de más de una década, Carlos Martiel ha realizado al menos medio centenar de acciones alrededor del mundo, convirtiéndose en uno de los artistas más prolíficos y premiados del performance. Destaca la pieza “South Body” de 2019, en la cual el artista permaneció acostado en posición fetal con la bandera clavada en su hombro, que fue presentada en el marco de la quinta Bienal de las Américas en Denver, Estados Unidos y “Monumento 2” en el 2021, la acción realizada en el centro de la rotonda del Museo Guggenheim, con la que habla del racismo y la violencia política que históricamente sufren los cuerpos negros inmigrantes en los Estados Unidos.
Para la exposición “Cuerpo”, del Museo del Barrio, Carlos Martiel se hizo acreedor del premio Dobel Tequila, Latinx Art Prize, el cual busca dar visibilidad a la producción de artistas latinos que practican en Estados Unidos y Puerto Rico, generando a la par un libro que recoge la mayoría de sus acciones.
Una merecida exposición antológica, que reúne y ordena una buena parte de la producción de este artista cubano internacional, que ya ha dejado huella en la historia del arte.