Del rostro a la máscara, juegos, ocultamientos y alteraciones de la identidad
Nuestras vidas… una y muchas máscaras
Justamente nosotros, como seres sociales, utilizamos máscaras todo el tiempo frente a un otro. Es parte de nuestra capacidad como seres humanos vernos en la necesidad de disimular nuestro estado de ánimo, nuestras preocupaciones, inquietudes, miedos, rabias, alegrías, nuestras tristezas… Y así como en la antigüedad un actor se ponía la máscara y se transformaba asumiendo su personaje para actuar, en la actualidad, uno puede estar atravesando deplorables situaciones de miseria y, sin embargo, se muestra ante los demás portando la máscara de la alegría.
Desde que nacemos, nos formamos como individuos al tener nuestro primer contacto con la sociedad que son nuestros padres. A través de ellos somos «moldeados» bajo ciertas características particulares, aprendiendo a velar, ocultar o disimular, nuestras acciones y formas de pensar según las circunstancias. De manera simbólica, nos enseñan a ceder un poco, sea parcial o totalmente, mediante la adopción de la máscara de la prudencia, el ocultamiento o el disimulo, dependiendo de las personas o situaciones en que nos encontremos. Sin embargo, esto nos enseña como parte del sentido paterno o materno que, estar bajo alguna máscara (sea quien sea) se convierte en una estrategia de defensa fundamental para uno mismo.
Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos puesto una “máscara” como autodefensa, en cuya situación extrema nos lleva a caer en el autoengaño hasta el grado de perder la esencia personal, un nivel de alienación que puede conducirnos al olvido de quienes somos en realidad. El cerebro le dice a la mente cansada “¡ya no puedo más con este juego engañoso!” y comienza a creer firmemente que la máscara ya no es una máscara sino decide adoptar ese o esa representación.
El arte y el tránsito de la visibilidad y la invisibilidad
Esta propuesta proyecta desde las expresiones contemporáneas realizar una mirada urgente y crítica al agudo fenómeno migratorio que se presenta en estos procesos de alteración y transfiguración del individuo. En el presente contexto mundial, la pandemia, las crisis económicas, los desastres naturales, las guerras, las movilizaciones y migraciones, las transmisiones culturales, entre otros, constituyen causales poderosas que vienen promoviendo estas alteraciones identitarias que conllevan a su vez, a manifestaciones hibridas.
Una mirada crítica a través de diferentes soportes artísticos es proyectada a interactuar en torno al tema de las personas que viven y sufren aventuras extremas, perdiendo en muchas ocasiones su propia vida. Entre esos soportes artísticos, no sólo vamos a contar con obras creativas desde el plano audiovisual, escultórico, fotográfico y documental, sino que estarán presentes otros elementos que han formado y siguen siendo parte de la historia y la cultura de esas personas que viajan hasta nosotras y nosotros.
Por tanto, uno de los elementos que constituye la base de esta muestra y que posee gran sentido simbólico y una enorme fuerza artística, es la máscara. La máscara que como elemento de expresión cultural se halla presente en todas las culturas y ha transitado el tiempo portando tragedias, ironías y esperanzas, conteniendo visiones desde lo histórico social y psicológico, dando cuenta de la idea de la identidad múltiple bajo el sentido de la diferencia.
Extensiones hacia la otredad
Un elemento paradójico en la muestra es el intento de reconocer a ese ser que ha transitado desde el anonimato a través de la historia social y cultural, buscando un reconocimiento y con ello, la construcción de un mundo mejor. Esos chicos y esas chicas cargan en sus identidades, su destino y personalidad, la fuerza de esos miles y millones de máscaras hechas por sus culturas; máscaras que también, al igual que ellos y ellas, han sido expoliadas desde la acción colonialista saqueadoras de sus riquezas, sus prácticas culturales y sus propias vidas, sometidos bajo el sistema esclavista que se mantiene hasta el día de hoy, bajo estructuras hegemónicas de poder.La máscara, entregada, expoliada, vendida o descubierta, entronca también como la dimensión artística profunda de aquellos pueblos. Esta muestra quizás aporte también, al diálogo sobre las discrepancias y malentendidos entre visiones diferentes del arte.La máscara contemporánea ahora es otra cosa, habla de hipocresía, de ocultamientos, de miedos, engaños y por qué no también, de estrategias decoloniales. La exposición pretende utilizar esos enfoques tan diferentes de expresión artística, contenida en un mismo objeto y su simbología, quizás ambigua o descontextualizada en la actualidad; pero en todo caso, unida a esas almas que navegan en días de calor inmenso y en noches gélidas y oscuras: la máscara migrante viaja junto a sus almas.
Curadores: Francis Naranjo (Islas Canarias), Antonio Guzmán (Chile), Juan Peralta Berríos (Perú)
Artistas participantes:
Alemania: Ricardo Zamora/Argentina: Marcos Figueroa/Bolivia: Joaquín Sánchez, Liliana Zapata, Alejandra Delgado/Canarias: Francis Naranjo con Carmen Caballero, Eduardo Caballero,Teresa Correa, Acaymo S. Cuesta, Abraham Riverón/Chile: Coco González, Pamela Iglesias, Antonio Guzmán, Víctor Hugo Bravo, Gabriela Carmona, Luis Montes, Pablo Núñez/Ecuador: Suamy Vallejo, Rosa Jijón & Francesco Martone/Francia: Julie Pichavant/Italia: Carlo Galli/Paraguay: Alfredo Quiroz, Bernardo Puente, Silvana Domínguez, Fernando Allen, Marcos Benítez, Paola Cabrera/Perú: Graciela Arias Salazar, Wendy Castro, Henry Ortiz, Juan Pacheco, Taller Cono Norte: Elie Angles, Liliana Avalos y Miguel Lescano, Antonio Paucar, Verónica Noriega, Franci Quirita, Israel Tolentino/Polonia: Izabella Jagiello/Senegal: Mamadou Gomis/Uruguay: Lucía Draper, Gustavo Tabares, Federico Arnaud/Venezuela: Nelson Garrido.

Francis Naranjo con Carmen Caballero, Canarias, Extensiones hacia la Otredad, instalación, 2023- 2024

Antonio Guzmán, serie Geografías de un Penitente, 2024 – Nelson Garrido, Caracas sangrante, imagen digital 1993 – Francis Naranjo, Extensión de la otredad, instalación, 2024

Coco González, Chile, Los delirios del yo, instalación, pintura y gráfica,2024 – Carlo Galli, Italia, Sin Cara, instalación site specific, 2024

Franci Quirita, Perú, Despertar que el sol brilla Mamá Anita – Panti panti está floreciendo, Collage textil, 2024

Gabriela Carmona, Chile, Dentro de mí, mi corazón, impresión fotográfica, 2024 y Víctor Hugo Bravo, Chile, serie crepitar de los infectos Scaramouche, instalación

Graciela Arias Salazar, Puallpa Perú, Vista montaje La balsa, díptico, Remos,4 remos pintados y 4 máscaras de wingo, 2024

Juan Pacheco, Escultura modula Neo ancestral gran tocado Ceremonial Sicán y Marcos Figueroa, Rebaño, 2024

Antonio Guzmán, Chile, serie, Geografías de un Penitente, pintura sobre Estandarte 2024/ Acaymo S. Cuesta, Canarias Sin título, instalación, 2024