Seba Calfuqueo, UÝRA y Julieth Morales en el MAMBO
Por Pancho López
El Museo de Arte Moderno de Bogotá, mejor conocido como el MAMBO, es una de las principales instituciones culturales de Colombia. Fue fundado por la crítica de arte Marta Traba a mediados de la década de los cincuenta. Con cuatro pisos, una cafetería, una librería un auditorio y una biblioteca, este Museo cuenta con varias salas en las que se llevan a cabo muestras que conviven simultáneamente.
En la sala Sonia y Carlos Haime se exhibe “Nuestro Territorio”, primera muestra individual de Julieth Morales, artista oriunda del sur de Colombia, del departamento del Cauca. En esta exposición, Morales explora la conexión sagrada entre lo social y el territorio que habita, a través de rituales cotidianos profundamente arraigados en las labores de las mujeres, tales como sembrar, hilar o tejer. La muestra reúne obras que transitan del textil a la instalación y el video, concebidas a partir del diálogo y el encuentro con mujeres de la comunidad Misak. Cada pieza se configura como una traducción simbólica que visibiliza las inequidades y los desequilibrios de poder inscritos en las tareas del hogar.
En la sala de la planta baja, se encuentra la obra “Tejiendo territorio”, que se va construyendo paulatinamente de manera colectiva. Inspirada en la cultura Misak, esta pieza reúne relatos de mujeres que, al compartir sus historias, reconectan con sus territorios. Se trata de un acto de resistencia y de homenaje a la memoria ancestral. Esta propuesta fue desarrollada a partir de los conceptos de la exposición, a cargo del equipo de educación del Museo liderado por Jessica Rosas Esquivel.
En la sala Alejandro Obregón, del segundo piso, se exhibe la exposición de la artista chilena Seba Calfuqueo, titulada Antü Ñi Kuram («Huevo del Sol» en español), en la que se pueden ver una docena de videos y algunas piezas de performance e instalación que abordan la historia de pueblos mapuches haciendo un homenaje a su resistencia cultural. Bajo la curaduría de Eugenio Viola y Juaniko Moreno, ambos curadores del MAMBO, este proyecto revisa una década del recorrido de Calfuqueo, cuyas obras entretejen memorias de resistencia frente a las heridas que ha dejado la colonización, entrelazando territorio y pertenencia, abriendo un diálogo con los saberes ancestrales, para ofrecer a su vez una reflexión sobre los mecanismos con los que el poder colonial y patriarcal ha intentado suprimir y condenar a las identidades diversas. A través de acciones en donde ella se posiciona en espacios de entornos naturales, por medio de la fotografía y el video, logra bellas imágenes que nos hacen reflexionar sobre las problemáticas de los cuerpos trans que, en su constante cambio, se enfrentan a una sociedad machista que no termina por aceptar la homosexualidad.
En la muestra, se incluyeron importantes obras en video, como “Alka Domo” un videoperformance de 2017, en el que se ve a la artista portando tacones y cargando un tronco hueco de árbol en diferentes espacios públicos, como el mercado o la calle. El término “hueco” es usado despectivamente en Chile para referirse a los homosexuales, por lo que hace referencia a la identidad, al cuerpo en transición que sufre los embates diarios de la desinformación y el odio; un video muy sencillo pero con una fuerte crítica a la sociedad. Otra interesante obra es “Tray Tray Ko” del 2022, centrada en la figura del trayenko (cascada). Para el pueblo mapuche, los cuerpos de agua son espacios sagrados y vitales, fundamentales para diversas prácticas espirituales y medicinales. En este performance, la artista recorre el territorio vistiendo un manto azul, mismo que se extiende a través del follaje, internándose entre los árboles, hasta sumergirse en el río y la cascada. La obra invita a repensar el cuerpo como parte de la naturaleza, en comunión con sus fuerzas y memorias.
La práctica artística de Calfuqueo abarca también la cerámica, el dibujo y la fotografía. A través de su arte, explora las similitudes y los estereotipos que surgen entre lo indígena y lo occidental. Su obra pone en evidencia problemáticas relacionadas con el feminismo y las disidencias sexuales, promoviendo un diálogo crítico con el espectador. Ha expuesto su obra en importantes espacios a nivel internacional, formando parte de las colecciones del TATE Modern, el Centre Pompidou, el Museo MALBA y el Museo Thyssen-Bornemisza, entre otros. Cabe señalar que el video “Tray Tray Ko” participó en la Bienal del Museo Whitney en 2024.
En el tercer piso del Museo se dio lugar a la exposición “Recuerdos inundados” de la artista brasileña UÝRA quién, a través del performance, la fotografía y la instalación, da voz a la multiplicidad de seres que habitan la selvas y la ciudades. Este artista estudió biología y cuenta con un profundo conocimiento de la ecología y los ecosistemas del Amazonas. La exposición nos presenta las múltiples maneras en que la contaminación afecta al campo y la selva, generando problemáticas tanto en la ciudad como en los entornos naturales.
La exposición surge tras una residencia de UÝRA en Bogotá y se articula a partir de tres ejes propuestos por la artista: atravesar, reflejar y conectar, para reinterpretar la relación entre el cuerpo y el territorio, tomando al agua como elemento principal y la manera en que su presencia ha ido generando cambios en el paisaje y la sociedad, proponiendo nuevos vínculos entre la geografía, memoria e identidad.
Ya se anuncia la nueva temporada de exposiciones en el MAMBO, destacando la muestra individual “El oráculo de la noche” de la artista y curadora colombiana María Isabel Rueda, así como “Infraleve”, la primera exposición antológica dedicada al artista colombiano Oscar Muñoz, considerado una de las figuras más influyentes del arte conceptual y multimedia en América Latina.
Para más información sobre el MAMBO, visite https://www.mambogota.com/