BIOGRAFÍA
Camagüey, Cuba, 1949. Reside y trabaja en La Habana
EXHIBICIONES PERSONALES (Selección):
2010 Hacia todas partes. Galería Los Oficios, La Habana / Pinturas Flora Fong. Galería Bellarte, Seúl 2009 De China al Caribe. Memorial José Martí, La Habana 2008 Flora Fong. Una nueva dimensión. Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana 2007 Manifestation d´Art Nouveau Internacional et Forum (MANIF). Salón de los Grandes Maestros, Seúl 2005 Out of Cuba. Gulf Coast Art Museum, Tampa 2004 Manifestation d´Art Nouveau Internacional et Forum (MANIF). Seúl 2002 Flora de Playa. Museo del Municipio Playa, La Habana 2001 Entre décadas. Galería La Acacia, La Habana /
EXHIBICIONES COLECTIVAS (Selección):
2017 Fuerza y Sangre. Imaginarios de la Bandera en el Arte Cubano. Pabellón Cuba y Gran Teatro de La Habana, La Habana 2014 Rodando se encuentran. Arte Cubano Contemporáneo en la Colección del Consejo Nacional de las Artes Plásticas. Museo de la Arquitectura y el Urbanismo. Shanghái 2013 Houston Fine Art Fair. Houston, Texas 2012 Ciudades Creativas. London Barbican Center, Londres 2011 Feria de Arte Naples. Naples International Pavilion, Florida 2010 Confluencias Inside. Galería La Acacia, La Habana 2009 Perfume de Mujer. Museo de Arte Colonial, La Habana 2008 Artistas Cubanos en la Asamblea de la República. Lisboa, Portugal 2007 Monstruos devoradores de energía. Casa de América, Madrid 2006 Manual de instrucciones. Convento de Santa Clara, La Habana 2005 Conexión cuatro. Galería Villa Manuela, La Habana 2004 Trece pintores cubanos de hoy. Galería Mediterránea, Palma de Mallorca 2003 Pintura cubana de hoy. Fundación Guayasamín, Quito 2001 25 artistas cubanos de aquí y de allá, de ayer y de hoy. Galería Cernuda Arte, Miami 2000 Exposición de arte cubano, Aquí y ahora. Memorial José Martí, La Habana /
PREMIOS (Selección):
Premio de la Asociación Internacional de Artes Plásticas, La Habana / Primer premio de dibujo, Salón Nacional Juvenil de Artes Plásticas, La Habana / Primer premio de dibujo, Salón Nacional de Profesores de Artes Plásticas, La Habana /
COLECCIONES (Selección):
Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana / Museo Provincial de Camagüey / Casa Real, Madrid / Museo Las Américas, Managua, Nicaragua / Parlamento Nacional, Beijing / Fundación France Liberté, París / Organización Mundial para la Propiedad Intelectual (OMPI), Ginebra / Museo de Arte Contemporáneo Sonje, Kyongju, Corea del Sur / Museo Real de Ontario, Toronto / Museo de Cuenca, Ecuador / Consejo Nacional de las Artes Plásticas, La Habana / Colecciones privadas Cuba, España, Holanda, China, Estados Unidos, Portugal, México, Chile, Panamá, Alemania, Italia, Grecia, Trinidad-Tobago y Japón /
COMENTARIO
El arte de Flora hace honor a su nombre. Una inspiración ecológica ha dado a la naturaleza un gran protagonismo en su pintura, donde el dibujo de un trazo negro, como de tinta china, no encierra los motivos sino los libera. Se trata de la escritura del viento, esa potencia interior del espectáculo natural y artístico que lo mueve todo a su antojo. El viento es la personalidad del paisaje. Él despeina las palmas y ondula el mar. En esa flora pictórica, los trazos negros de la escritura ancestral de Flora Fong definen las formas visuales que adquieren toda su energía y vitalidad a consecuencia de ese soplo de realidad donde vive la magia de su pintura.
Lo caligráfico, negro y lineal, sostiene una estructura compositiva autónoma por las propias insinuaciones, exaltadas por su color intenso y sus vibraciones. En esa armonía de relaciones las cosas no son, sino parecen ser, en la pintura de Flora. Más allá de toda representación natural está la naturaleza expresiva, llena de contrastes y de sugerencias, y la poesía evocadora de los títulos. (…)
Toda una geografía insular en las obras de Flora. Una geografía metafórica y poética, sugerida por el valor artístico del punto de vista sin sujeción alguna para sus motivos pintados. Es la habilidad de quien vive entre brisas y temporales y desarrolla esa sensibilidad a los movimientos del aire, algo tan propio de islas «a los cuatro vientos», donde se vive cerrando y abriendo puertas y ventanas, cambiando el sillón de lugar. Hay algo doméstico en esta cotidianidad, algo de rol de género, una cierta intuición que, aun sin prestar especial atención a los partes meteorológicos, nos indica cuándo usar una sombrilla o cuándo no usar una saya de vuelos que el aire puede inflar. Hay una cierta feminidad asociada al viento y que se revela en frases populares como «pelo suelto y carretera», indicativo de una pilla sensualidad, o «tener las velas al viento», cuando la vecina avisa que la ropa de las tendederas podría volar. Son muy imaginativas las escrituras del viento. (…)
Ciertos signos se saben cargados con la fuerza de la tradición, y ahora en el contexto visual de Flora adquieren otro sentido compositivo –y expresivo– por su modo de ver y hacer. De entre ellos, retengo la palma y el plátano. Cuántos peligros plantean al arte contemporáneo por ser dos atributos identitarios de tanto ir y venir en las artes de Cuba y el Caribe. Erguidos en su masculinidad, son dos árboles que alimentan el espíritu y la vida diaria de toda la antillanidad. La palma en Flora es trazo seguro y firme. La palma es soporte, es referencia, límite y extensión vertical. El plátano es hoja, flor y fruto, todo un ciclo vital. Los plátanos de Flora no crecen como es normal. Claro, es que no son frutos, son invenciones de la realidad. ¡Y tantos postes eléctricos compitiendo en altura con la palma real! ¡Tantas redes de iluminación en litorales, valles y montañas! Visiones contradictorias de los opuestos entre lo diurno y lo nocturno, lo natural y lo artificial. Cuántos contrastes, se diría desde el Yin y el Yan: el blanco y el negro, la luz y la oscuridad. El arte de Flora no es de entredichos, ella dice y no más.
Tomado de Flora Fong: Escrituras del viento de Yolanda Wood