Andrés

Tal como firmó durante casi treinta años sus ilustraciones para las portadas de la revista Carteles, desde 1934 hasta 1960, Andrés, se titula el libro dedicado al ilustrador y diseñador de vestuario y escenografía Andrés García Benítez (Holguín,1916-La Habana, 1981). Su nombre, rara vez referido en clases o conferencias sobre arte cubano, apenas revisado para exposiciones o textos, o escasamente reconocido fuera del círculo de parientes, colegas o condiscípulos de trabajo, no había suscitado gran interés hasta hace solo algunos años que se registran un conjunto de acciones aisladas, pero encaminadas todas ellas a homenajear, y a insertar a este creador en el recuento historiográfico de nuestro accionar artístico.
El presente monográfico publicado por la Fundación Arte Cubano (FAC), constituye el más reciente gesto vinculado a los empeños reinvindicativos del nombre de Andrés García Benítez. Se trata de un exhaustivo estudio que implicó la revisión y el engarce de una amplia información recopilada de numerosas fuentes y publicaciones de la época en la que laboró Andrés. Registra y cataloga más de doscientas imágenes rescatadas del extravío, la dispersión, y la inadecuada gestión que durante muchos años sufrió la obra de este artista. En sus páginas se articula una narración biográfica y crítica guiada por los escritos de Alejandro Rodríguez, Martín Garrido, Jorge Bermúdez y Axel Li, a los que se suman otros diecisiete autores compilados con fragmentos de textos, reseñas y testimonios entre los cuales cuenta la propia voz de Andrés García.
Claves significativas pueden descubrirse en la lectura de esta acuciosa investigación que ayudan a comprender un olvido que casi alcanzó el medio siglo. Figuran entre ellas el desmérito de la obra de quienes laboraban, como Andrés, dentro del terreno de la publicidad, tras la reorientación de los presupuestos de la comunicación gráfica hacia la propaganda socialista, una vez iniciado el proceso revolucionario cubano; y un hecho, que resultó especialmente traumático en la vida del artista que fue su exilio desde 1966 a 1981 y el retorno a Cuba en condiciones muy vulnerables de salud, padeciendo una demencia senil que no le permitió trabajar nunca más, provocándole la muerte en el propio año de su regreso.
Junto al de Jaime Valls, García Cabrera, Conrado Massaguer –de cuyo trabajo artístico es un continuador-, ya puede ser ostensible, tras esta publicación, el nombre de Andrés García Benítez como otro importante exponente de la ilustración gráfica y el diseño escenográfico y de vestuario en Cuba.