Importantes académicos, teóricos e investigadores, que ejercen la pedagogía en universidades e institutos de países como Colombia, Ecuador, España, Alemania, México, Cuba, Venezuela y Chile, se reúnen en este compendio realizado por la revista Artcrónica (versión digital), en el que se exponen distintas concepciones y metodologías subordinadas a la enseñanza del arte.
La edición fue coordinada por la prestigiosa investigadora, profesora y crítica de arte cubana Magaly Espinosa (radicada en España), y el director de Artcrónica David Mateo (establecido en México). Por la funcionalidad, el carácter innovador de las reflexiones aquí reunidas, consideramos que este puede ser un material de consulta indispensable para los que ejercen su labor en el ámbito pedagógico.
https://www.artcronica.com/revista/no-11/
Experiencias sobre el arte y sus formas de enseñanza
Por Magaly Espinosa
“El no-semejar se considera en nuestros días su imperativo, y aun así los videos, fotografías y muestrarios de objetos parecidos a los de cada día han ocupado en las galerías y los museos el lugar de los lienzos abstractos […]”.
JACQUES RANCIÈRE
En este número se continúa abordando la relación Arte-Pedagogía. El anterior, centrado en la complejidad de la relación entre ciencia y práctica creadora de la enseñanza en Cuba, nos propuso tanto un balance histórico como una valoración del presente que lo cargó de sabores dulces y amargos.
En esta ocasión se ha invitado a un conjunto de especialistas vinculados a la Estética, la Teoría, la Crítica y la Historia del Arte, en calidad de disciplinas que adeudan a la enseñanza del arte.
Un total de trece pensadores, de seis países, responden desde distintas perspectivas y contextos teóricos a las preguntas: ¿A partir de qué presupuestos o motivaciones profesionales has llevado a cabo tus proyectos y programas pedagógicos? ¿Cuáles satisfacciones e insatisfacciones te han reportado?
Los lectores podrán apreciar la variedad de experiencias que estas respuestas recogen, las que reflejan, a su vez, la diversidad de condiciones sociales y culturales en las que se desarrollan, la multiplicidad de vivencias que han generado y, en medida considerable, poder comprender que enseñar arte tiene una magia un poco inexplicable, muy cercana a la pasión y a la entrega de la propia creación artística.
Para presentar el tema han sido invitados los profesores María de los Ángeles Pereira y Carlos Arturo Fernández, dos especialistas de amplia experiencia en el campo de la enseñanza de la Historia del Arte, tanto en Cuba, en el Departamento de esa especialidad en la Facultad de Arte y Letras de la Universidad de La Habana, como en Colombia, en la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia, Medellín. Mediante estas impresiones conoceremos cómo se cruzan las soluciones de organización institucional, con las particulares derivadas de los procesos educativos, según las características y condiciones de cada contexto.
El resto de los especialistas se agrupan en tres direcciones, la primera vinculada a la circunstancia de pluralidad del arte contemporáneo, con la necesidad de indagar en una dirección que apunte hacia lo transdisciplinar y lo interdisciplinar, enfoque que ayude a comprender las derivas de esos “nuevos comportamientos” a los que se refiere el esteta español Simón Marchán Fiz. Este concepto reúne formas creativas como el performance, la instalación y el videoarte, entre otras. Ellos exigen a las ciencias del arte una ampliación de sus marcos teóricos y postulados disciplinares, al mismo tiempo que demandan perspectivas desde las cuales tal pluralidad puede ser atendida por dichas ciencias.
En esta dirección sobresalen los comentarios del profesor X Andrade sobre la enseñanza de la antropología visual en Ecuador: “[…] El desafío […] es ayudar a pensar las imágenes incorporándolas orgánicamente al oficio de la antropología, no como objeto solamente, esa siempre es una posibilidad, sino como parte del método etnográfico […]”.
Dichos comentarios abren un campo de análisis que se adentra en los procesos contemporáneos de construcción artística, insertos en escenarios sociales vinculados a la cultura urbana y a la cultura popular en su conjunto.
Comparten estas preocupaciones los profesores españoles Anna María Guasch y Javier González Vilaltella. Guasch despliega interrogantes que se adentran en las condiciones que presentan los Estudios Visuales en España, así como las posibilidades, limitaciones, retos y contradicciones que rodean la vida del arte: “Tanto la figura del crítico como la del historiador del arte son figuras obsoletas, la sociedad necesita algo más. Pienso más en la figura de un docente-investigador que una sus intereses propios (en mi caso la línea del archivo y la del arte global) con similares preocupaciones de los alumnos de posgrado que integran mi equipo de investigación. Y, en un futuro, me gustaría convertirme en coordinadora de proyectos con mis alumnos para hacer libros de colaboración en los que ellos puedan publicar sus investigaciones y evitar que estas queden perdidas ante la dificultad de publicar un libro en la actualidad”.
Por su parte, Vilaltella ha desarrollado su labor docente en la Universidad de Múnich, pero sus conocimientos sobre el arte latinoamericano, sus periódicas visitas, sobre todo a países como México y Cuba, le han permitido afianzar una sensibilidad que lo ha llevado a desplegar una labor docente que ha impulsado los límites del arte hacia enfoques relacionados con los estudios culturales. Acerca de ello apunta: “[…] Desde el punto de vista metodológico al haber optado por el marco que abren los ‘estudios culturales’ se ofrecen interesantes perspectivas para este campo de estudios, pues además del enfoque puramente formal y estético, ‘los estudios culturales’ invitan a estudiar la obra en otras muchas dimensiones, sobre todo en su entronque con la realidad y los problemas políticos y sociales del momento. Lo cual libera a la obra de arte de su aislamiento estético…”.
A su vez, la crítica y curadora Cristina Figueroa, se adentra en el tema de los Nuevos Medios, aclarando el concepto en relación con el arte que usa la tecnología y el que la utiliza tomando como fundamento las bases conceptuales y morfológicas creadas por ellos. Entre otros aspectos, se detiene en las instituciones que en Cuba abrigan el trabajo artístico: “[…] Todas estas iniciativas auguran con buen paso el desarrollo de los Nuevos Medios en nuestro país, tanto desde la creación como desde la recepción y aprehensión por parte del público, la Academia y la crítica. No obstante aún quedan muchos obstáculos que superar –los conceptuales mucho más difíciles que los tecnológicos– dentro de esta carrera de resistencia que es el trabajar con Nuevos Medios en Cuba: por suerte las primeras barreras ya han sido derribadas”.
Una segunda orientación se encamina hacia experiencias locales desde las cuales afloran diversas y variadas posturas que emanan de las condiciones de la enseñanza del arte bajo esa localidad.
Desde esta perspectiva, sobresalen los comentarios del profesor y artista Saidel Brito, acerca del proyecto del ITAE (Instituto Superior Tecnológico de Arte del Ecuador) apuntando: “[…] En poco tiempo la institución se convirtió en un espacio de ruptura, forjador de una filosofía particular sobre la enseñanza del arte, y en un centro de reflexión, producción e investigación artística. Fue un espacio de intercambio y confrontación que terminó aglutinando a un significativo cuerpo de artistas e intelectuales comprometidos con la tradición cultural local y con los criterios de avanzada de la cultura contemporánea […]”. Brito hace énfasis en el modelo pedagógico que sustentó el proyecto, cuyos resultados se expresaron a través de la práctica artística ejercida por sus egresados en el contexto del país.
En otra dirección el crítico y profesor Félix Suazo hace mención a su labor en el campo de la investigación artística, desplegada en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (UNEARTE) en Caracas, Venezuela. Para ello establece dos posibilidades: “[…] Cuando se investiga sobre el arte, el analista se aproxima a un hecho consumado o en desarrollo, exterior a su propia experiencia. En cambio, cuando se investiga desde el arte, dicho proceso se realiza al interior de la actividad creativa y está condicionado por variables subjetivas (vocación, motivación)”.
Por su parte, el profesor y artista Mario Vélez, quien actualmente es decano de la facultad donde enseña su colega Carlos Arturo Fernández, se detiene en aspectos históricos alrededor de la formación y evolución de dicha escuela, haciendo énfasis en las cercanías y diferencias entre los roles que desempeña el artista en calidad de formador e investigador de los procesos artísticos.
El también profesor y artista Cristian Gómez nos comenta sobre el proyecto desarrollado en la Universidad de Chile, caracterizado por pensar acciones participativas que forman parte de los procesos educativos. Sobre ello nos dice: “[…] me ha resultado significativo participar de estos procesos de acción y transformación educativa, lo cual ha requerido no solo pensar las perspectivas teóricas y metodológicas para avanzar en prácticas sensibles y estéticas, sino además examinar críticamente los mismos modelos que hemos reproducido […]”.
Por último, una tercera orientación centrada en determinadas disciplinas vinculadas con el arte. Los profesores Hortensia Peramo y Eduardo Morales, docentes de la Facultad de Artes Visuales de la Universidad de las Artes de Cuba, nos ofrecen valiosas consideraciones acerca de la enseñanza de la Historia del Arte (en el caso de Peramo) y de la Estética (en el de Morales). En torno a esta ciencia también reflexiona la profesora argentina Cecilia Fiel.
Para Peramo es importante remodelar el enfoque de dicha ciencia: “[…] emprender la construcción de una Historia del arte universal desde nuestra mirada, desde una nueva epistemología, y a partir de ella, establecer nuevos cánones, sin caer en otra igualmente nociva forma de centrismo […]”. Morales expresa: “[…] El ejercicio pedagógico-docente de la Estética se expresa, entonces, como un ejercicio de adentro-afuera. El adentro: las intimidades, las inmanencias (artísticas, estéticas, pedagógico-académicas, etc.); lo esencial, lo sustantivo, lo subjetivo y el sujeto. El afuera: corrientes, historicidad, paradigmas, devenires, estructuras, expectativas del discurso mismo del arte, de la Estética y de la sociedad […]”.
Las interpretaciones de Fiel completan un conjunto de variables que pueden tenerse en cuenta acerca de las formas de enseñar arte partiendo de diferentes disciplinas que lo toman como objeto de estudio. Sus comentarios trazan una historia concisa de los inconvenientes sufridos en los marcos del Departamento de Artes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, en la búsqueda de un pensamiento estético que responda a las particularidades de nuestra cultura. Siguiendo esta perspectiva, arguye que: “[…] han sido fructíferos y renovadores los aportes desarrollados en los últimos 15 años con la denominada Estética Descolonial al cambiar el eje para una Estética desde América. Pensarnos a partir de una herida colonial implicará un cambio en la subjetividad, la confirmación de una matriz perceptiva acorde a nuestra realidad y también un nuevo recorte de nuestro arte […]”.
Estas tres variables, más que diferenciar los enfoques, los enlaza, aproximándonos al valor de lo transdisciplinar y de lo interdisciplinar, en cuanto a las relaciones entre las diferentes ciencias que integran el complejo cuerpo de los estudios sobre el arte y de aquellas que lo acompañan, como sucede con la Sociología, la Antropología y la Etnología, en un momento en el que se contamina cada intersticio del arte y la cultura artística.
Temas como el de la memoria, el documento, la historia y las prácticas sociales, invaden ese mundo, llevando sus fronteras hacia campos que lo impelen a relacionarse con esas ciencias. La amplitud de la vida de la visualidad es otro factor a considerar en cuanto a las formas de creación que emergen y solicitan novedosas interpretaciones en los enfoques sobre el arte.
En los textos priman juicios críticos y comentarios vinculados al estado actual y a las formas de supervivencias de estudios sobre el arte y las ciencias que lo tributan. Hay un continuo desfasaje entre lo lógico y lo histórico, entre lo que se nos cuenta y lo que se valora, entre lo que es y lo que deseamos que sea, comentarios y reflexiones que nos animan a seguir leyendo, para conocer algunos finales, aunque estos no sean felices.
Publicado en revista Artcrónica No.11, 2018