Por David Mateo
DM: ¿Cuáles eran los presupuestos técnicos y conceptuales de tu obra cuando se dio a conocer por primera vez?
TN: Mis primeros pasos fueron en las bienales de humorismo de San Antonio de los Baños, donde obtuve algunos premios y menciones. Recuerdo que siempre traté de despegarme de los materiales que se estaban utilizando en la escultura en ese momento y de hacer algunos cambios. Combinaba muchos materiales que, en ese momento, no eran habituales. Los artistas presentaban esculturas muy tradicionales (de madera, mármol y metal), no se atrevían a poner otro material. Por eso creo que mis piezas se caracterizaron por la experimentación y la mezcla de madera, metal, cerámica o papel. El objetivo siempre fue que existiera un sello particular.

Composición #42. 2019. Resina plástico. 70 x 60 x 60 cm
DM: ¿Cuáles han sido tus paradigmas?
TN: Como paradigma tengo a Elso Padilla: para mí era uno de los más destacados y estudiaba su obra. También, José Bedia. Fueron artistas que me cautivaron en aquel momento. Hasta que llegué a trabajar como ayudante, realizador y productor de la obra de Alfredo Sosabravo. Creo que esa ha sido la influencia mayor que he tenido, pues la obra de Sosabravo me marcó muchísimo. Con Sosabravo trabajé los años 99 y 2000. Fui productor también del Centro de Diseño Ambiental, que estaba unido al Consejo Asesor para el Desarrollo de la Escultura Monumentaria y Ambiental (CODEMA), y tal responsabilidad me aportó una importante carga de conocimientos. Esto me llevó a mezclarme con todos los escultores de esa generación y conocí a Sosabravo. Trabajé con él, específicamente, en proyectos de murales.
DM: ¿Cuáles eran las temáticas de interés en los inicios?
TN: De una manera un poco rara, siempre traté de separarme de lo que se estaba haciendo. Cuando a la gente le gustaban las flores, a mí me gustaba la lluvia. Nunca seguí una tendencia específica. Siempre trataba de llevar contradicciones. En mi obra siempre estuvieron explícitos el tema social y las emociones, que descargaba en mis propios cuadros. Cosas que tienen que ver con mi vida privada y con situaciones que me sucedieron. De alguna manera, son pequeños teatros esas piezas que empecé a hacer en aquel momento. Inclusive, ahora las estoy retomando.

Horse. 2017. Metal reciclado. 45 x 50 x 45 cm
DM: ¿Cuánto han cambiado o se han consolidado esos presupuestos?
TN: Tenía mucha inocencia antes. No había pasado escuela alguna. Todo lo que aprendí fue con maestros y, por suerte, me pegué a ellos. No pasé por “San Alejandro”, no me aceptaron. Pero me uní a maestros como Villa, Sosabravo, Lara, Consuegra; todos estaban en CODEMA y allí era productor. Todo lo que aprendí allí fue muy importante. Pasé muchos talleres y leía mucho. Como no tenía estudios académicos, de alguna manera hacía lo que quería. Tenía el apoyo de personalidades que me guiaban, incluso, los premios también lo evidenciaban. Claro, que esa obra inicial después fue tomando otro valor. Más concepto. No soy un artista conceptual. Trabajo mucho con mis emociones. Creo que en estos momentos mi obra va por una línea más madura, aunque no ha cambiado mucho. Siempre he trabajado con materiales reciclados, pero siempre he dado esa ligera intención o idea.
DM: ¿Te gusta hacer combinaciones con el plano bidimensional?
TN: Combino mucho, pues mi obra es muy experimental. A veces, en un cuadro dibujo, después cambio o interpongo. Otras veces es una escultopintura, que es muy matérica –de alguna manera– y muy movida en este sentido.
DM: ¿Cómo ha sido tu situación con el acceso a los materiales?
TN: La escultura es muy difícil. No solamente aquí, sino en el mundo entero, pero nos cuesta un poco más de trabajo. Para aquí encontrar materiales es complicado. Yo de alguna manera no sé si me decidí a trabajar con el tipo de obra que estoy haciendo ahora… En la que trato de recuperar e introducir materiales encontrados. De cierta manera la carencia de materiales te ayuda a trabajar con más conciencia e intensidad una obra. Pero creo que esa no es la solución definitiva. Creo que la solución es que puedas tener y hacer el proyecto con diversos materiales. Inclusive, con nuevas tecnologías. Ahora en el mundo entero estamos viendo escultores de primera línea que están empezando a usar las nuevas tecnologías, que aquí no tenemos. Además, tenemos que viajar, salir a buscar esos materiales. Es muy caótico. Y más para los que están empezando: deben llegar a concebir o conciliar una obra sin tener un material específico. A veces no hay un material tan simple como una varilla de soldar o una plancha de aluminio. Es muy complicado para los escultores en este momento. En mi trayectoria profesional ha habido frenos también. Tengo proyectos en espera, por si algún día puedo hacerlos. Tengo maquetas para el día en que tenga ese material y solo entonces poderlas realizar.

Personaje #56. 2017. Metal reciclado. 40 x 35 x 45 cm
DM: ¿Cuáles fueron tus experiencias como productor?
TN: La labor mía de productor me ayudó mucho. Todavía muchos me llaman para preguntarme dónde conseguir algún material o cómo se puede sustituir un material por otro. Así que ser productor me dio una habilidad. Cuando no tengo el yeso puedo buscar otra solución. Formularios que hemos hecho nosotros mismos. En el camino se va aprendiendo. Cuando no hay esmalte cerámico hay que inventar con otro procedimiento; con vidrio, con elementos que uno va aportando durante la construcción de una pieza.
DM: ¿Tienes sostén o mercado para la obra?
TN: No tengo un mercado que siga mi obra. Sí he tenido ventas y, de alguna manera para como están las cosas en Cuba, no me puedo quejar. He conocido coleccionistas que han venido y han comprado gran parte de mi obra a buenos precios. Algunos de estos coleccionistas no han vendido las obras, sino que las conservan. Otros las han movido. Pero no tengo galería o alguien que me busque. Son clientes que han venido otros años y me visitan y compran algunas. Están interesados en que realice alguna exposición o que participe en alguna muestra colectiva.
DM: ¿Crees que para los artistas que han abierto sus estudios para trabajar, se les dificulte el vínculo de trabajo con CODEMA?
TN: Yo creo que no tiene nada que ver. Antes en CODEMA habíaa un poco mmás de unión entre los escultores. Todos trabajábamos allí. Mis primeras obras en metal las hice allí. No sé si es que uno va desarrollándose o los años van pasando y uno quiere tener su propio estudio. O propia galeríaa, donde exponer, trabajar y vender. Con CODEMA ha pasado eso: ya aquella generacien, que trabajó allíí durante mucho tiempo, tiene sus estudios. Prácticamente todos. Y exhiben sus obras en ellos.

Ojos que no ven. 2017. Metal reciclado y cemento. 90 x 30 x 90 cm
DM: ¿Crees que CODEMA es una institución que pueda ayudar aun más?
TN: Yo creo que sí, que es una entidad a la que tenemos que darle más protagonismo a la hora de aprobar proyectos. Ya veo que tampoco CODEMA tiene el brazo fuerte como antes lo tenía. Ahora dependemos de otras instituciones que aprueban los proyectos antes de CODEMA. Creo que CODEMA necesita un apoyo para poder levantar más la escultura.
DM: Algunos eventos que han sido cruciales para tu carrera…
TN: Los eventos “Rita Longa”. He tenido la oportunidad de participar en varios. Su frecuencia es anual. Han sido celebrados en Bayamo, Manzanillo y en ellos participan varios artistas del gremio. Se envía un proyecto. Nos reunimos. Se aprueba el proyecto. Ha servido para promover la unión y saber qué estamos haciendo.
Fue uno de los eventos que me dio a conocer entre las personas que no me conocían o no habían oído hablar de mi obra. Conocí grandes amigos como Negrín, Pulido; Maceo, Silva y otros con los cuales no tenía vínculo hasta que participé en estos eventos. Por lo que esos encuentros me ayudaron a consolidarme más como artista. A sentirme más profesional de alguna manera, porque estaba trabajando con artistas ya consagrados y era joven. Me acuerdo que durante esos eventos tomaba por primera vez alguna herramienta específica en la mano para trabajar el mármol, el metal… Esos eventos se siguen haciendo, pero han perdido organicidad.
DM: ¿Has podido insertar tu obra en espacios ambientales?
TN: He insertado mi obra en hoteles: Iberostar, en Cayo Largo del Sur; en el Habana Libre, donde tengo un mural en cerámica que hice en el año 2000; también en espacios sociales, como hospitales. Estoy realizando la ambientación del Hotel Riviera, de las suites, con retablos. Son escultura-pintura. Y también en lugares públicos foráneos, como en México, Argentina, España y Japón.

Ruleta. 2019. Material reciclado. 120 cm diámetro
DM: ¿Qué piensas de la escultura cubana hoy?
TN: La escultura cubana no tiene el valor que tenía en otros años En la escultura cubana de hoy veo escultores jóvenes con mucho talento. También veo muchos jóvenes que se van por la idea de la moda, que venden en las ferias o galerías, que es donde creo que pierden un poco. Descubro piezas que ya las he visto en 20 000 ferias o exposiciones, que se repiten (el mismo material, la resina, los colores). Creo que son tendencias que se marcan. No sé si es porque quieren venderlas. Ese tipo de esculturas yo las veo como adornos caros. Creo que la escultura necesita un poco de fuerza. Hay algunos artistas jóvenes que están trabajando y la llevan bastante bien.
DM: ¿Las exposiciones que están haciendo los más viejos crees que son interesantes para los jóvenes?, ¿sirven de pauta?
TN: Yo creo que sí. Lo necesitan más los que están ahora en las escuelas, los que están saliendo, que deben conocer sobre este tipo de escultura. Estoy de acuerdo con todo tipo de escultura, conceptual y no conceptual. Pero creo que se deben hacer más eventos. Realizar eventos en La Habana, como el de CODEMA 2000, que fue un evento internacional, en el que se invitaron escultores internacionales de primera línea (alemanes, americanos…). Y se hizo una selección de artistas cubanos, por supuesto, a nivel de concurso. Creo que se debería hacer de nuevo y garantizar su continuidad. A veces no hay presupuestos para la escultura, pero sí creo que se pueden hacer eventos de ese tipo. Si no es a gran escala, al menos, a mediano o pequeño formato. Creo que ayudaría a que la escultura tomara fuerza.

Ruleta. 2019. Material reciclado. 120 cm diámetro (Detalle)
DM: ¿En qué estás trabajando en este momento?
TN: Trabajo en un proyecto para la Bienal de 2019. Estoy invitado a participar en dos exposiciones. Una en nuestro Museo de la Cerámica, donde realizaremos una colectiva con 8 artistas. También pretendo inaugurar mi espacio en Guanabacoa con una exposición personal.
Siempre con CODEMA tenemos algún proyecto dando vuelta. En la parte ambiental sigo en el Hotel Riviera, en la decoración de sus habitaciones. Y para septiembre de 2019 preparo una muestra personal para la galería Villa Manuela en la UNEAC.