El equipo Artcrónica visitó hace unos días las muestras Ad infinitum y Seamos realistas en la galería Arsenal Habana. Allí conversamos con una de las curadoras de uno de los proyectos, y fundadora de la Bienal de La Habana, Magda González-Mora.
Artcrónica: Nos interesa saber tu valoración sobre el contexto actual en el que se ubica esta XIII Bienal de La Habana, partiendo del hecho de que eres fundadora del evento…
Magda González: Venir a la Bienal con un proyecto de mujeres es lo que creo que es necesario en este momento. Traigo féminas de varias latitudes, aunque residentes en Canadá. Estoy tratando de retomar el espíritu de la Bienal propio de sus primeros años, creo que se ha perdido bastante. Creo que hoy lo mejor que pasa en las artes visuales cubanas son los proyectos independientes. Independientes pero que tienen un grado de incidencia sobre la comunidad. Aunque, bueno, hay algunos espacios emergentes no tan acertados, demasiado enfocados al mercado, hay buen arte y mal arte.
La exposición curada por mí, Ad infinitum, trae temas en torno a la declaración de derechos de Naciones Unidas, cuyos anexos son constantemente violados. Traigo la voz de Regina José Galindo y Magdalena Campos, artistas que han participado en Documenta, puras guerreras como dijera Regina. Las creadoras, de modo general, hablan sobre el genocidio, la guerra, las violaciones, injusticias que han marcado pauta en la construcción de su memoria subjetiva. Pero la exposición vislumbra ese poder propio de recuperación, es optimista en ese sentido. Esto se visualiza a través de la interacción con proyectos, como Clandestina o el del artista español en el área del baño, que van sobre la interacción, sobre lo que es y no correcto. Creo que es una exposición que se conecta con el origen de la Bienal de La Habana.
Artcrónica: ¿Crees entonces que los problemas que sustentaron en un momento histórico la plataforma curatorial de la Bienal de La Habana continúan vigentes y pueden ser replanteados?
Magda González: Yo creo que los problemas están en el mundo y que, a pesar de las distancias y complejidades locales, nosotros somos parte del mundo. Trato de hacer un abanico de situaciones específicas. Hay gente que no es artista y se preocupa por ayudar a causas humanitarias, a niños huérfanos. Ese espíritu era el que tenía la Bienal. Nosotros hacíamos proyectos comunitarios en diferentes municipios. A mí eso me sigue interesando.
Artcrónica: ¿Cómo ha sido tu experiencia de trabajo con Arsenal Habana?
Magda González: Arsenal Habana es un proyecto de mujeres. Están haciendo algo muy interesante en un barrio específico, del que crean otra perspectiva. Ayer, de 6:00 pm a 11:00 pm, pasaron cientos de personas. Otra exposición muy interesante es la que curó Sachi Hernández. Algo muy curioso es que sin conectarnos tratamos temas muy semejantes, ella centrada en Cuba y yo extendiendo los márgenes nacionales, pero ambas proyectadas a la idea de un futuro mejor.
David Mateo y Abram Bravo Guerra