Tema: Integración y resistencia en la era global
Convocada desde el Consejo Nacional de las Artes Plásticas y el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam bajo la dirección de Rubén del Valle Lantarón y subdirección de Jorge Fernández. Esta edición buscó ampliar los ejes de participación atenida a la reconfiguración geopolítica que se verificaba en el planeta durante los inicios del siglo XXI, teniendo en cuenta que el llamado Tercer Mundo se tornaba un término de contornos imprecisos y en constante transformación. Por otro lado, el mundo pretendidamente globalizado donde los países menos favorecidos pugnan por insertarse, persevera en jerarquizar la hegemonía económica y la dependencia y control de la información.
La Bienal tendrá lugar dentro de un mundo pretendidamente globalizado que se presenta ante nosotros con muchos rostros, complejidades y conflictos, sobre todo cuando el discurso referido a este tiende a jerarquizar la hegemonía económica, la dependencia y el control de la información, desconociendo los diferentes estadios del desarrollo y las orientaciones sociopolíticas que conviven en el planeta. Asimismo, la convivencia de expresiones, aun en estado prístino de conservación, junto a las más sofisticadas manifestaciones de producciones simbólicas influidas por el desarrollo de las nuevas tecnologías, pone en evidencia la falacia del discurso homogeneizador de la globalización. De esta manera, y siguiendo la línea de trabajo de más de 25 años, la Bienal en su décima edición se interesaba en privilegiar aquellos matices diferenciadores y las particularidades contextuales que se derivan de los procesos de inserción y resistencia a la mundialización.
Se organizaron un conjunto de Proyectos Colectivos, Exposiciones Individuales y Talleres, junto a la Muestra Central que tuvo lugar en el Parque Histórico Militar Morro Cabaña. El evento se estructura a partir de pequeños circuitos de exhibición en grandes núcleos territoriales dentro de la ciudad: Habana del Este, Habana Vieja y Vedado. De esta manera, en Habana del Este se organizan los circuitos Morro-Cabaña y Alamar; en Habana Vieja se constituyeron Plaza de la Catedral, Plaza Vieja, Centro histórico, Los Oficios, Manzana de Gómez y Capitolio Nacional. En Vedado se concentraron tres grandes grupos: 23 y 12, Rampa y Calle G. Como circuitos independientes quedaba Playa con el Instituto Superior de Arte y San Agustín con el proyecto LASA.
En esta edición participan en la muestra central 175 artistas de 54 países. De América Latina y El Caribe: Argentina, Venezuela, Paraguay, Colombia, México, Chile, Bolivia, Uruguay, Perú, Brasil, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Guatemala, El Salvador, Cuba, Haití, Barbados, Martinica, Curazao, Surinam, Trinidad y Tobago, Isla de la Reunión, República Dominicana, Puerto Rico y Jamaica. De África: Argelia, Sudáfrica, Zimbabwe, Angola, Zambia, Nigeria, Camerún y Ghana. De Asia: Japón y China. Repiten Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, España, Italia, Alemania, Australia y Francia. Se suma Kosovo, Albania, Países Bajos, Austria, Polinesia francesa e Islas Comores. Entre participaciones personales y colectivas, los cubanos conformaron una nómina total de alrededor de 100 artistas, integrando muestra central y proyectos colectivos.
El Evento Teórico se celebró en el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes bajo el mismo tema que la edición del evento. El temario de análisis buscaba abarcar los problemas fundamentales que bajo las tensiones de lo local-regional-global afectaban al mundo en ese momento. Asimismo, intentó articular una dinámica de intercambios que tuviera en cuenta la propia historia de la Bienal de La Habana –su génesis, su programa y su desarrollo– como perfil desde el cual se promovieron muchas de las prácticas del arte internacional y la cultura contemporánea.