La Memoria diseñada. Carteles ICAIC 1960-2017
Catálogo
2018
Textos: Sara Vega y Laura Arañó
Edición: Mercedes Melo
Diseño: Hady Salgado
Imagen de cubierta: Javier González Borbolla, ganador de la convocatoria para cartel promocional de la exposición.
Fotos: archivos de la Cinemateca de Cuba, MediART, la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí.
Idioma: Español
39 pp.
Ilus.
ISBN: 978-959-7183-09-9
FICHA TÉCNICA
RESEÑA
Memoria diseñada. Carteles del ICAIC (1960-2017)
Con la colaboración de tres instituciones culturales, la Cinemateca de Cuba, la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí y el Museo Nacional de Bellas Artes, fue realizada en esta última –hace tres años– una gran exposición de carteles cinematográficos. Fueron seleccionados alrededor de 250 afiches emblemáticos, realizados entre 1960 y 2017 por autores noveles, consagrados y algunos con nombres poco conocidos. Mas, afiliados todos a la tradición de la cartelística cubana. El presente catálogo, erigido como memoria fundamental del evento, recoge una selección de las piezas en exibición, el cual está acompañado con textos de Sara Vega y Laura Arañó.
Se trata de carteles serigráficos que han servido de referencia y estudio para investigadores del tema y diseñadores emergentes que vuelven a estas estampas de obligada revisión. Diseños de autores de renombre como Eduardo Muñoz Bachs, Antonio Fernández Reboiro, René Azcuy, Antonio Pérez Ñico, Alfredo Rostgaard, Rafael Morante y Julio Muñoz, pueden disfrutarse en las presentes páginas. Por supuesto, junto a trabajos de otra hornada de continuadores, como Manuel Marcel, NUDO (Vladimir de León y Eduardo Marín), Ernesto Ferrand, Paris Volta, y de algunos de los más más representativos en los últimos años: entre ellos, Nelson Ponce, Giselle Monzón, Michele Miyares Hollands, Raúl Valdés (RAUPA), Alejandro Rodríguez Fornés (Alucho), Alberto Nodarse (Tinti), Victor Junco, Roberto Ramos y Claudio Sotolongo. Un espacio fue dedicado además para el trabajo de otros creadores que no habían recibido una atención apropiada dentro de los estudios historiográficos de la cartelística cubana.
Asimismo, una muestra de los bocetos que durante dos decenios funcionaron como guía a los serígrafos encargados de preparar los carteles cinematográficos, contó con una sección especial dentro de la exposición. Se trata de obras en pequeño formato con dimensiones de 25.5 x 16.5 cm, de cartón o cartulina, intervenidos con cualquier material a la mano: temperas, tintas, recortes de impresos, fotos o viñetas.
Es esta una revisitación necesaria, oportuna, para repasar ese gran legado gráfico que ha demostrado trascender su específica y efímera función. Para adquirir un estatus artístico, hasta hoy, imprescindible en la conformación de una cultura visual más completa y heterogénea.