A Mano y sin permiso es el título de la exposición que, por estos días, propone Galería Habana. Una colectiva de más de ochenta carteles “atípicos”, realizados por los propios creadores como parte de la promoción de sus exposiciones y concebidos en una cierta zona de hibridez entre el arte y el diseño.
El repertorio que se exhibe representa solo un fragmento del amplio compendio reunido por Eduardo Marín, que ya cuenta con más de 125 ejemplares. Comienza en los años 80 del siglo pasado y llega hasta fecha muy reciente. Los varios ejemplos, y hasta los más antiguos, permiten identificar a generaciones de artistas cubanos que han recurrido al cartel como medio promocional de sus casi primeras exposiciones individuales o colectivas, asumiendo la realización, y a veces inclusive la impresión de las piezas: hoy “rarezas” de colección.
No por gusto es el subtítulo del presente conjunto expositivo: “Carteles de y por el arte cubano 1982-2019”. Esta muestra también, en cierto sentido, podría proponer una re-visitación a ciertas exhibiciones y/o eventos de la plástica nacional que supusieron mayores o menores grados de aceptación, difusión, polémica, reflexión o crítica. Asimismo, sobre la pertinencia del cartel, su posicionamiento en la estrategia de visibilización de determinado acontecimiento cultural. En última instancia, resulta un estímulo a la labor colectora, en este caso privada, y a la pertinencia de develar unos tesauros visuales que permanecen alejados de la observancia pública, luego de haber cumplido con sus funciones comunicativas.
De acuerdo al texto promocional de Galería Habana, “desde el punto de vista del diseño, la exposición recoge un ‘accidente’. Se trata de una atípica producción de carteles por parte de creadores plásticos, a contrapelo de la conocida tradición cubana en este campo. Una arista de interés que pone el foco en la lectura del hecho artístico cercano o individual con el consabido trasvase de perspectiva y sensibilidad.
Empezaron siendo carteles relativamente convencionales. Con el tiempo y con la llegada de otras promociones aún más noveles e iconoclastas, dejaron de serlo hasta convertirse en retos al espectador de ayer y de hoy, atrevidos desplantes a las reglas del buen diseño y desafíos a las convenciones de lo políticamente correcto”.
La muestra incluye carteles –curiosos, históricos…– sobre propuestas artísticas de Eduardo Rubén, Humberto Castro, Leandro Soto, Luis Miguel Valdés, Glexis Novoa, Israel León, Carlos Cárdenas, Ibrahim Miranda, Rolando Vázquez, Reynerio Tamayo, Eduardo Roca (Choco), Flavio Garciandía, José Bedia, Moisés Finalé, Gustavo Acosta, Ernesto García Peña, Nicolás Lara, René Francisco, Eduardo Ponjuán, Ángel Ramírez, Luis Cabrera, Francisco Bernal, Alexandre Arrechea, Dagoberto Rodríguez, Jacquelín Maggy, Antonio Eligio Fernández (Tonel), Julia Valdés, Rodolfo Llópiz, Yaquelín Abdalá, Álvaro Almaguer, Lanner Díaz, Ricardo Silveira, José M. Contino, Belkis Ayón, Lissette Matalón, Edel Bordón, Pedro Álvarez, Luis Gómez, Tamara Campo, Ángel Alonso, Geysel Capetillo, Elio Rodríguez, Yamilis Brito, Jacqueline Brito, Gustavo César Echevarría (Cuty), Ángel Barbachano, Fabián Peña, Rafael Zarza, Anyelmaidelín Calzadilla, Javier Guerra, Pavel Giroud, Ángel Rivero (Andy), Eduardo Abela, Julio César Peña, Segundo Planes, Pedro Vizcaíno, Lázaro Ochil, Alexis Somoza, Alberto Soria, Los Carpinteros, Abel Barroso, Raúl Cordero, Alexis Alejandro García, Max Delgado, Nelson Villalobos, Arturo Cuenca y Duvier del Dago.
A Mano y sin permiso puede visitarse de forma virtual en las plataformas de redes sociales de Galería Habana. También mediante cita previa entre noviembre y diciembre. Las coordinaciones pueden realizarse a través del correo electrónico (ghabana@galeriahabana.cu) o al número telefónico (7832-7101).