El connotado escultor José Villa ultima una pieza dedicada a una de las precursoras del movimiento feminista en Cuba, la suiza Enriqueta Favez.
El proyecto ha sido financiado por la Embajada de Suiza e impulsado por Olivier Praz y el historiador cubano Julio César González Pagés, autor del libro Por andar vestida de hombre, publicado en 2012 por la Editorial de la Mujer.
Enriqueta Favez practicó la medicina e incluso sirvió en el ejército de Napoleón antes de que su verdadera identidad fuera descubierta, pues durante todo este tiempo se disfrazó de hombre para burlar los prejuicios de la época y desafiar la hegemonía machista. Para la gente de la Baracoa del siglo XIX, su doctor suizo era una figura sumamente respetada, hasta la escandalosa revelación de que «él» era «ella». Ya para ese momento había formalizado matrimonio con Juana de León, una muchacha local.
Una escandalizada sociedad católica burguesa puso a Enriqueta en prisión en La Habana, para luego enviarla a vivir con sus parientes en Nueva Orleans, Estados Unidos. Allí fue enviada a un convento y como la Hermana Magdalena siguió ofreciendo sus servicios médicos a los pobres, haciéndose misionera luego en México. La Favez murió en 1856, a los 65 años; su tumba fue destruida por el huracán Katrina en 2005.
Villa Soberón, Premio Nacional de Artes Plásticas en 2008, es autor de una veintena de esculturas monumentales, emplazadas en ciudades de Cuba, España y México. Sin renunciar a su prolija incursión en la abstracción, desde el año 2000 con el emplazamiento de su John Lennon en un parque del Vedado, el artista ha conseguido, al decir de María de los Ángeles Pereira, “su sueño de humanizar el bronce y expandir por las calles a personalidades históricas ilustres condenadas por secular tradición a «vivir» petrificadas sobre afectados y prohibitivos pedestales, en napoleónicas poses siempre ajenas al sencillo gesto que alguna vez las distinguió escultóricos”.
Información de Prensa Latina