La Fototeca Nuevo León del Centro de las Artes de Monterrey inauguró el 8 de julio Hay que saber llamar. Un recorrido por la obra de Marta María Pérez Bravo. Se trata de un visionaje por tres décadas de una trayectoria artística, a través de la cual la artista ha abordado el sincretismo del catolicismo con las religiones afrocubanas desde una gestualidad representada en fotografías y videos.
La presente exposición reúne alrededor de 60 piezas, entre fotografías, videos, una caja de luz y una videoinstalación. Ha sido curada por César González-Aguirre, artista visual por la Universidad de las Américas, Puebla, y que, como investigador, ha trabajado para la Colección Isabel y Agustín Coppel (CIAC), el Museo Robert Brady y el Museo del Palacio de Bellas Artes.
De acuerdo a la nota de prensa oficial: “En este recorrido, podemos convocar diferentes manifestaciones históricas de la imagen, para aproximarnos al universo simbólico de la autora”. Para luego añadir: “El pictorialismo fotográfico dialoga con las imágenes de Pérez Bravo por los usos pictóricos aplicados a la fotografía: la alteración premeditada del negativo para difuminar los bordes de la imagen, el contraste entre lo luminoso y lo sombrío, así como cierto velo brumoso que cubre la imagen fotografiada son rasgos que permiten una interpretación psicológica que no documental de lo que miramos”.
Marta María Pérez Bravo (La Habana, 1959) es una exponente clave del arte producido desde Latinoamérica, cuya labor dialoga con la historia del arte y la fotografía, desde aproximaciones en torno a lo ritual, el género y la experimentación con el medio fotográfico. Se graduó en Pintura en la Academia Nacional de Bellas Artes “San Alejandro” en 1979 y del Instituto Superior de Arte en 1984. Residió en su ciudad natal hasta 1995, cuando se trasladó a Monterrey, México. Su trabajo ha sido presentado en diferentes contextos y espacios: IV Bienal de La Habana, V Bienal de Estambul (Turquía), Bienal de Kwangju (Corea del Sur). Con la exposición personal Firmeza, más recientemente ha retornado la artista al Museo Nacional de Bellas Artes de la capital cubana.
La obra de Marta María, cuyo soporte ha sido con frecuencia su propio cuerpo, representa un mapa que cruza una historia de creencias relativas a Cuba con la experiencia personal y, también, un imaginario en torno al deseo por entender el mundo desde una subjetividad que transita entre la fe, el afecto y el cuerpo. Busca condensar una relación simbólica con el mundo y el misticismo de la imagen, en el enigma como recurso imaginativo que escudriña en lo oculto y la fotografía como un recurso de clarividencia.
Información e imágenes:
https://www.horacero.com.mx/vida-y-cultura/hoy-se-inaugura-hay-que-saber-llamar-en-la-fototeca-nuevo-leon/