Con el proyecto revolucionario se abrió un nuevo diapasón para las artes visuales en Cuba, siendo el diseño gráfico uno de los grandes protagonistas del nuevo escenario. A ello se sumó la labor desarrollada por Mario Coyula y algunos colegas que desembocó en el concepto de diseño ambiental; una concepción que abarca desde la planificación física, el urbanismo y la arquitectura hasta el mobiliario y la cartelística. Con esta tradición dialoga, desde varias aristas y salvando las distancias epocales, la muestra Conexiones, expuesta en la galería Factoría Habana bajo la curaduría general de Concha Fontela.
Con la intervención de creadores como Jorge Rodríguez (R10), Laura Llópiz, Pepe Menéndez, Nelson Ponce o Rafael Villares, asistimos a una exposición que revaloriza el diseño a través de sus cualidades estéticas allende su inherente carácter utilitario. Se presentan las obras como un producto genuinamente artístico a la vez que práctico y funcional.
Las obras, en su mayoría carteles, siguen los preceptos básicos de la manifestación, por lo cual convergen en el uso de los colores planos y vibrantes y en el protagonismo de las líneas. Las temáticas abarcan desde la ciudad, coincidentemente con el aniversario 500 de la capital, hasta la religiosidad popular, pasando por aquellas piezas dedicadas a la promoción y divulgación del cine y el teatro.
Conexiones propicia, a partir de su amplia selección de artistas y diseñadores, un acercamiento a los más novedosos horizontes y perspectivas del diseño contemporáneo en Cuba. En palabras de su propia curadora, la muestra con su enfoque interdisciplinar se convierte en una gran instalación que aspira a poner en valor la producción nacional en estas áreas del conocimiento.
Amanda Beatriz Ramos Márquez