La exposición Rodrigo Moya-MÉXICO, organizada por el Museo Amparo, explora los fondos del Archivo Fotográfico Rodrigo Moya para exhibirlos en dos sedes en la Ciudad de México. A través de la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes, Rodrigo Moya-MÉXICO/Escenas se presenta en el Museo del Palacio de Bellas Artes y a su vez en el Centro de la Imagen se exhibe Rodrigo Moya-MÉXICO/Periferias. Ambas exposiciones dan testimonio de la compleja e híbrida realidad de México en un proceso de cambios sociales y políticos, evidentes a través de la lente del artista.
Nacido en Medellín, Colombia, en 1934, Moya se cuenta entre los más relevantes fotógrafos mexicanos de todos los tiempos. Es reconocido por su singular visión como uno de los fotodocumentalistas más importantes de Latinoamérica. Su lente capturó las desigualdades sociales y los disturbios políticos de la región en los años cincuenta y sesenta. Además de su extraordinario aporte a la fotografía documental, Moya ha explorado con éxito la narrativa y la poesía.
Recordemos que hace más de cincuenta años viajó Rodrigo Moya por primera vez a Cuba, acompañado del escritor Froylán Manjarrez y el caricaturista Rius, con la intención de hacer un libro a tres manos sobre la situación de la Isla y su Revolución, y durante cuatro semanas tomó fotos de carácter periodístico que debían formar parte de un volumen que por diferentes razones nunca tomó cuerpo. Sin embargo, como bien apunta el artista: “las emociones que en aquel verano me impactaron día tras día, de alguna manera se filtraron desde los circuitos neuronales de mi mirada, a las tramas argénticas de la película en mi cámara”.
Esa relación se continuó cultivando con los años. Recordemos que a finales de junio de 2009 se inauguró en el Museo Nacional de Bellas Artes, en La Habana, su exposición fotográfica Cuba mía. Esta iniciativa buscaba celebrar el 50 aniversario de la Revolución y condensaba el vínculo del fotógrafo con nuestro país, quien en su momento definiera su relación con la Isla como “hallazgo o descubrimiento inmerso en un puro trabajo documental, pero también en una acción ideológica y sentimental, admitiendo que el sentimentalismo y la ideología, negados por los fotógrafos más avezados como factores selectivos de la imagen, en mi caso son los componentes que eligen los sujetos y las circunstancias que la cámara busca retener”.
La muestra, itinerante por las sedes del Instituto Cervantes de todo el mundo, incluía alrededor de ochenta fotografías y se acompañaba del libro Cuba mía Rodrigo Moya 1964. En el conjunto resulta memorable su serie de diez y nueve fotografías a Ernesto Che Guevara, realizada a inicios de agosto de 1964 en la Sala de Juntas del Banco Central de Cuba.
En palabras de Norberto Codina, “Rodrigo Moya, desde su formación primera, ha mirado con vocación de explorador, tanto a la naturaleza y al ser humano, como al tejido urbano y a sí mismo. Por eso ha sido buzo y escritor, viajero y editor, fotógrafo y hombre de izquierda, cazador de imágenes y noticias, y gestor durante más de veinte años de una revista especializada en biología marina. Me fui al mar. Me salvó el mar, diría alguna vez, tratando de poner al descubierto siempre, desde su ética profesional, todo aquello que apunte hacia el mejoramiento humano, porque para él sigue siendo válida en la práctica la máxima favorita de Carlos Marx: Nada humano me es ajeno.”
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