Artcrónica: ¿Cómo llega el Proyecto Espacios a la XIII Bienal de La Habana?
Silvia Llanes: El comité organizador de la Bienal invitó al Proyecto Espacios a participar. El Corredor Cultural de Línea es la idea que presentamos. Este proyecto estaba pensado antes de la Bienal, fue una idea para conmemorar el 500 Aniversario de la Ciudad de La Habana, muy bien acogida por el gobierno. El corredor parte de la reflexión en torno al sistema de espacios culturales y recreativos a lo largo de la Avenida Línea, más de cincuenta en total. Hasta el momento han llegado a concebirse treinta y dos intervenciones.
A lo largo de la calle existen un grupo de instituciones destinadas a la interacción con el público, ya sean de carácter educativo, cultural o dedicados al esparcimiento. Por ejemplo, hay cinco teatros: el Trianón, El Ciervo Encantado, el Teatro Mella, el Bertolt Brecht y la Sala Raquel Revuelta. Además, hay galerías, específicamente Galería Habana, clubes, escuelas y áreas deportivas.
Se ha tratado de pensar la calle como un Corredor Cultural que persigue la inclusión de todos los públicos de la zona y la ciudad en general. Pudiera ser utilizada en el más amplio sentido de la cultura, a través de la incorporación de espacios de esparcimiento, de inclusión multigeneracional y del aprovechamiento de los sitios ya existentes. Al mismo tiempo hacer un saneamiento visual del lugar, hacerlo más hermoso, más productivo y educativo. Esto incluye las áreas verdes, el traslado peatonal y vial a través de un carril de bicicleta que pretende la interacción entre el peatón y los medios de transporte. Se repensarán los espacios vacíos y se ha propuesto la remodelación de algunos existentes, que incluyen bodegas, cafeterías, restaurantes, farmacias. En fin, transformar la avenida en un espacio cultural y educativo con un concepto amplio. En este sentido se piensa hacer entrega de la idea terminada para el 500 aniversario de la ciudad, para que pueda concretarse cuando las condiciones lo permitan.
Artcrónica: Tratándose de un proyecto multidisciplinario, de interacción entre manifestaciones artísticas y propuesto para concretarse a largo plazo, ¿cómo se insertó, específicamente, en la coyuntura de eventos asociados a la Bienal?
Silvia Llanes: Al invitarnos a participar como exponente, Proyecto Espacios que ya tenía antecedentes de relaciones arte-público decidió desarrollar una serie de acciones enfocadas en la interacción con el público. En primer lugar, se inauguró el 20 de abril una exposición en Art 26 con el objetivo de presentar el proyecto del Corredor Cultural. La planta baja tenía un carácter lúdico e interactivo: juegos e intervenciones poéticas sobre el corredor que incluía dos cajas de luces, un juego de identificación de estilos, una sopa de letras, un gran cartel, etc. En la planta superior se expusieron los bocetos de algunas de las intervenciones a realizar en calle Línea, el mapa con las localizaciones y, como objeto central, la maqueta creada por Proyecto Espacios que ya es una obra en sí.
Como segunda acción se planteó una activación del Corredor Cultural para el día 27 de abril, bajo el lema 3 km por la cultura. Se invitaron a diferentes grupos y artistas relacionados con la zona para compartir e interactuar con el público y el espacio. A razón de ello se colocaron llamados de atención en los lugares que serían intervenidos o transformados posteriormente a lo largo de la avenida. Muchas de las señalizaciones llevan inscrito un código QR que el espectador puede procesar con su teléfono móvil para descargar el diseño final del área intervenida. Contamos con la participación de un gran grupo de artistas: Cremata y La Colmenita, Carlos Díaz y su compañía de teatro El Público, Carlos Acosta y su academia de danza, Nelda Castillo, directora del Ciervo Encantado y algunos estudiantes de artes escénicas, danza y circo. Se sumaron a la actividad públicos de todas las edades, reafirmando el carácter inclusivista y multigeneracional del proyecto.
Se invitó a dos artistas plásticos: Glenda León y Milton Raggi. A Glenda León se incitó a intervenir la nave de Línea y 18 pues la intervención del paisaje es común en su obra. Ella es también una habitante del entorno, habitual transeúnte y utilizadora. Milton Raggi nos pareció muy poético, el vive en Miramar y gran parte de su vida transcurre en atravesar el túnel de Línea, entre Miramar y el Vedado. Por ello su obra consiste en una intervención del túnel, la cual no pudo realizarse por cuestiones de seguridad, pero esperamos que en algún momento sea posible.
La activación comenzó a las 5:00 pm y terminó a las 11:00 pm, cada grupo invitado realizó un performance. Decidimos dividir la Avenida por tramos asignados a diferentes manifestaciones en correspondencia con el carácter de los espacios. El primer tramo se extiende desde La Piragua hasta la Calle G, y es nombrado el tramo de los pintores, inspirado en la institución que da el cierre al recorrido: Galería Habana. Allí Juan Carlos Cremata dispuso a los niños de La Colmenita en una especie de juego.
El segundo tramo se extiende hasta calle Paseo y es el tramo del teatro, inspirado en la acumulación de inmuebles dedicados a las artes escénicas: el Teatro Mella, la Sala Raquel Revuelta, El Trianón. Aquí tuvo lugar un monólogo presentado por Carlos Díaz inspirado en La zapatera prodigiosa. Sacó el teatro a la calle, a los estudiantes de Artes Escénicas, de danza, de circo, en un gran desfile que llegó hasta la sede de teatro El Público.
El otro tramo llega hasta la calle 12, está dedicado a la danza y al ejercicio con el cuerpo. Aquí se encuentra la Academia Acosta Danza y un área deportiva muy popular entre los vecinos de la zona, en la misma esquina de Línea y 12. Precisamente, fue el núcleo del performance realizado por el grupo de Carlos Acosta.
El último tramo es el área de los libros que se extiende hasta Calle 20. En este espacio se encuentra la Librería Atenea, paradigmática del Vedado, pero ciertamente con muy poco espacio para la lectura. El proyecto de remodelación de la Calle Línea se replantea el espacio con lugares para biblioteca, salas de lectura, café literario y descargas literarias. El otro sitio importante en la zona es la casa que inspiró la novela Jardín de Dulce María Loynaz que se localiza en Línea entre 12 y 14. Este espacio fue intervenido por Nelda Castillo y los integrantes de El Ciervo Encantado, este teatro tiene su sede en 18 y Línea.
Finalmente termina el corredor en lo que fue la fábrica de tranvías, después de ómnibus y más tarde de bicicletas, ubicada en Línea y 20. En gran medida, este fue el edificio que inspiró el corredor. Esta gran fábrica podría convertirse en un gran centro cultural, y por qué no replicar ese centro cultural en toda la calle Línea.
Artcrónica: Además del Corredor Cultural y todos los sistemas articulados en su desarrollo y activación, ¿estuvo Proyecto Espacios desarrollando otras actividades?
Silvia Llanes: La semana posterior a la activación del corredor se recibió a un grupo de arquitectos de carácter internacional como parte del proyecto Ciudades in-sostenibles. Se realizaron conferencias en El Ciervo Encantado y en las tardes charlas y debates en Art 26.
Por otro lado, a raíz de una propuesta del Consejo Nacional de Patrimonio, Proyecto Espacios recibió al grupo Metamorfosis, grupo de fotógrafos belgas que trabajan en la investigación, promoción y puesta en valor del patrimonio industrial. Se realizó en la fábrica de Proyecto Espacios, Factoría Espacios, ubicada en barrio de Los Sitios, una exposición de fotografía llamada Hombre, máquinas, obra que muestra determinados procesos constructivos desde los trabajadores que la hacen posible.
Abram Bravo Guerra y Michelle Sánchez Novo