El artista declara. Conversación con Joaquín Cabrera y Luis Gómez
Joaquín Cabrera:
“La muestra parte de una preocupación en torno a las mecánicas actuales del arte, de los intereses artísticos. Entonces, coincide que el anticuario dueño de la casa es familia mía y me interesaba esa relación del arte desde lo formal, lo conceptual y lo crítico. Esos puntos actualmente entran en conflicto y quería ejecutar una mirada juiciosa sobre el contexto actual del arte. Este espacio me pareció propicio para ello, para generar una convivencia entre obras. De pronto los espectadores pueden ir descubriendo las obras, en medio de montones de objetos de lujo y antigüedades. Me interesó esa búsqueda en el visitante, ese intento de definir entre objeto de lujo y objeto estético, entre arte contemporáneo y arte pasado. La exposición va a estar abierta durante todo el mes de la Bienal.”
Luis Gómez:
“La idea general surgió de Joaquín. El ya tenía planeada esta exposición, yo lo que hice fue sumarme. El lugar me pareció espectacular, por sí solo una instalación, algo un poco difícil con lo que competir. En general me gustaron la idea del proyecto y el lugar, a pesar de que tenía pensado no hacer nada para la Bienal.
Para integrarme decidí hacer estas falsas Polaroid, a través de las cuáles es posible hilvanar un sistema de ideas presentes en los textos. Estos textos son del libro La invención de Morel, del argentino Adolfo Bioy Casares, que narra la fuga de un criminal hacia una isla, en la que la realidad está totalmente falseada y mecanizada. Me pareció muy interesante porque hago una interpretación de corte existencial de la idea, más enfocada a lo social y lo político, que originalmente traía Joaquín. Mi relación con El día menos pensado es desde una búsqueda de la permanencia, filosóficamente hablando, y no como un cambio evolutivo.
La pieza está compuesta por sesenta y cinco imágenes con sus textos, y se titula La condición Walrus. El nombre se basa en la canción de The Beatles I am the Walrus, hecha para no tener sentido. Mi idea era precisamente jugar con el aparente sin sentido, aunque en dependencia de las circunstancias todos estos mensajes pueden tener una interpretación.”
Abram Bravo Guerra