El Museo Nacional de Bellas Artes acoge durante los meses de marzo y abril la exposición retrospectiva Firmeza de la reconocida fotógrafa Marta María Pérez Bravo. Con curaduría de Laura Arañó, la muestra recoge parte de la producción simbólica de la artista desde 1983 hasta el 2000.
Firmeza se despliega como un recorrido visual y antológico compuesto por casi sesenta fotografías y diez piezas en video. Pérez Bravo se mantiene como protagonista y cómplice de sus instantáneas, apegadas al clásico blanco y negro que caracteriza su trabajo.
Según ha explicado a la prensa, las piezas “tienen una línea consecutiva tanto formal como conceptual, que ha ido variando en cuanto a intenciones. Temas que inicialmente giraban alrededor de la religión afrocubana ahora se han ido depurando un poco más hacia el espiritismo, con elementos más sencillos y simples, cosas básicas. En definitiva es arte, no religión, me interesa que cada espectador haga su propia interpretación de las imágenes”.
En fecha reciente, Pérez Bravo realizó también una exposición en México en el contexto del Festival de Fotografía Mexicana, evento dedicado a la mujer. Desde 1998, el Museo Nacional de Bellas Artes cuenta con cerca de veinte obras de su autoría. Su trabajo también se encuentra en las colecciones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (España), la Maison Européene de la Photographie (Francia) y el Museo de Arte Latinoamericano en Buenos Aires (Argentina), entre otras.