Ricardo Rodríguez Gómez recurre a sus habituales abordajes oblicuos, poéticos, dramáticos. Se trata en esta oportunidad de la serie Flores callejeras, que ha ido desarrollando durante los últimos doce años. Curada por Andrés D. Abreu, Ricardito despliega su ensayo fotográfico “a partir de la dimensión natural y estética de estas flores”.
“La orgánica de una ciudad contemporánea y la vida urbana miradas desde otro imaginario”. Con este enunciado la perspectiva curatorial alude a ese elemento vivo, sutil, a veces preterido, que se insinúa impertérrito en los más inusitados contextos del entramado urbano. Callejeras, aventureras, sobrevivientes, desafiando los elementos… “La simplicidad y la fragilidad de las indispensables flores callejeras” a través del ojo sensible y avezado.
Recordando a Raúl Paz, cuando “la realidad se limita a vivir”, y las sombras dejan de parecérsenos…
“Y hay días que son de papel/ y hay días que no están muy bien/ y sería genial eso de pretender que pudiera llover/ flores en la ciudad”
Especial para Artcrónica
Información cortesía de Andrés D. Abreu
SALA DE LA DIVERSIDAD
Amargura entre Mercaderes y San Ignacio, Habana Vieja