Sakura es el título de la más reciente exposición de Rocío García (Villa Clara, 1955). En esta ocasión la muestra se exhibe en NG Gallery, en el Vedado habanero, y se integra de once piezas de la serie homónima.
Contenida en el uso del color, las piezas tampoco alcanzan grandes formatos. Seis lienzos medianos se acompañan de cinco diminutos haikus, apelativo que utiliza la artista para denominar estas obras de pequeñas dimensiones, en alegoría a la forma de poesía tradicional japonesa.
Por su parte, el título de la exposición se deriva del cuadro que origina la serie, Sakura (cerezo). Según Rocío, un cuadro “japonés” del que se desprendió el resto de las obras y que provenía de otra exposición. La artista retoma la pieza y despliega una sucesión de variables y derivaciones. Afirma que “Sakura es sobre el amor. Un estado espiritual.”
También un haiku recibe al espectador: “La larga noche/ El ruido del agua/ Dice lo que pienso…”.
Pareciera que, por esta vez, Rocío se desliga de sus habituales “provocaciones” para formular escenarios lánguidos, sosegados, donde pudiera refugiarse la “concupiscencia secreta de su alma.” Regresan los icónicos árboles con sus delicados troncos color rosa, escenario propiciatorio donde desdoblar ese estatismo laxo que desencadena narrativas de erotismo y muerte.
NG Art Gallery (Calle A, No. 665, entre 27 y 29, Vedado) es una casa fundada en 2014 en Ciudad de Panamá y establecida con una sede en La Habana por su interés en el arte cubano y latinoamericano.
Isabel M. Pérez Pérez