Una selección de dibujos, postales y piezas fílmicas de Ana Mendieta integran la muestra que se inaugura hoy 14 de febrero en la madrileña galería NoguerasBlanchard. Bajo el genérico Tropic-Ana y comisariada por Wilfredo Prieto la muestra busca aproximarse a una zona íntima de la sensibilidad de esta artista, inscrita de manera trascendental en el arte conceptual de los años ochenta.
En paralelo a la inauguración de la muestra, el Círculo de Bellas Artes presentó el documental Whispering Cave, de Raquel Cecilia Mendieta, sobrina y responsable del legado de Ana Mendieta. Un abordaje que pretende reubicar el rastro perdido de la artista en sus obras de land art en cuevas de Jaruco.
De acuerdo con la perspectiva de Wilfredo Prieto, la obra de Ana Mendieta (La Habana, 1948 – Nueva York, 1978) “no ha sido comprendida en su plenitud”. Por ello la muestra apuesta por “revisarla y releerla, más allá de la publicidad de los medios de comunicación”. Asimismo, asevera que su legado propone “otra manera de pensar el arte”, alejado de los circuitos comerciales y del ‘show’ que habitualmente lo caracteriza: “Ana tiene una vigencia increíble”.
Mujer, latina y artista. Una cubanita emigrada con la “Operación Peter Pan” que comienza a empoderar su influjo en la pujante escena neoyorquina de los ochenta, truncado luego por una muerte confusa y trágica. Considerada una de las primeras voces del arte feminista, conceptual, del performance, el land-art y el body-art, Ana Mendieta recibe ahora un homenaje a través de la mirada de otro artista, coterráneo, y también ampliamente visibilizado. Las trazas de su trabajo, sus intereses y sus afectos desde la escueta perspectiva de un joven admirador.
Isabel M. Pérez Pérez
Información e imágenes El País y Arteinformado
Imágenes de NoguerasBlanchard cortesía de Wilfredo Prieto