José Villa Soberón exhibe La espiral eterna. Las piezas de la exposición dan continuidad a una serie que el artista inició hace trece años. Se trata de esculturas en hierro y acero inoxidable, de mediano y pequeño formato, a través de las cuales él ha perseverado en proponer un enunciado de narrativas dilatadas y polisémicas, ahora presentes en la Galería Villa Manuela.
El propio artista ha afirmado: “En los últimos años he tenido a la espiral como un tema formal: la espiral para mí comenzó con las grecas –ese símbolo tan usado en la cultura griega– y a partir de ahí empecé a descubrir cómo aparecía en otras culturas… Eso me resultó sumamente atractivo y seductor. Como espiral al fin se trata de volver sobre el mismo tema, pero siempre con una visión diferente, una forma diferente o una manera diferente de conformar la espiral. Esa es la estructura formal de la exposición”.
Cuando se refiere a los retos que supone el material (tanto simbólica como técnicamente), Villa asegura además: “Siempre me ha resultado interesante asumir una materia que, aparentemente, no expresa nada porque es un material bruto, sin ningún significado, sin ningún tipo de emoción, y poderlo transformar a través del arte. Lograr un resultado final que sí transmita, que se comunique, que sugiera sensaciones, sentimientos e ideas, me parece especialmente seductor”.
El trabajo de los volúmenes ha tenido en Villa dos vertientes equidistantes: una, volcada hacia lo que podríamos considerar abstracción pura (como lo evidencian las piezas de la actual exposición) y, otra, concentrada en la escultura figurativa (como las de Eusebio Leal y la de Dante Alighieri, dispuestas igualmente en la capital habanera a la vista de todos). En cualesquiera de los casos, el artista ha manifestado su expresa preferencia por los espacios públicos: “…la escultura tiene la capacidad de salir de un museo y quedar emplazada –por ejemplo– en una zona urbana, en una ciudad. Esa relación con los públicos, con los espectadores, crea un sentido de pertenencia y se convierte en un elemento que acompaña la vida cotidiana”, asevera.
La espiral eterna estará abierta al público hasta finales de enero de 2022. Constituye la primera exposición de carácter personal que realiza el Premio Nacional de Artes Plásticas 2008 en la habanera Galería Villa Manuela, perteneciente a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Información: http://www.uneac.org.cu/