Como parte de las exposiciones colaterales de la XIII Bienal de La Habana, el grabador y pintor cubano Agustín Bejarano inauguró una muestra personal titulada Diamantes en la Noche, en la galería Servando Cabrera Moreno de Miramar.
Según comenta el propio Bejarano, este nuevo proyecto expositivo está integrado por un grupo de pinturas monocromáticas, realizadas en acrílico sobre lienzo. Los estudios y bocetos han sido realizados para que funcionen a manera de tapices en blanco y negro. El término “tapices” es empleado como referencia a las estampas bidimensionales chinas que por mucho tiempo han inundado las decoraciones de ciertas casas o establecimientos de la isla.
En las palabras al catálogo de la muestra el crítico de arte David Mateo expresa: Bejarano nos conduce hacia un interesante cuestionamiento sobre el estado de sublimidad y acomodo que refleja –aparentemente- la cotidianidad y los rituales de la existencia doméstica; una estrategia indirecta quizás también para pensarse a sí mismo, para aquilatar un estadio circunstancial específico. La selva tupida, enmarañada, oscura, que circunda al individuo dentro del hogar como telón de fondo, y los animales que observan o asechan dentro de algunas composiciones, constituyen una prueba fehaciente de esa solapada dubitación, de ese simulado estado de zozobraba que se vislumbra en el ambiente pictórico generado por el artista.