El artista declara. Conversación con Caridad Blanco
Artcrónica: ¿Qué objetivo percibe con la concepción curatorial de Luces?
Caridad: El trabajo de estos artistas no me resulta terreno desconocido, con todos ellos he trabajado con anterioridad. Cuando Yaiset Ramírez me pide que cure su exposición me planteé concretar, hacer patente en el espacio las ideas que ella tenía. Intenté encontrar una equivalencia entre esa manera de conducirse a partir de ciertas máximas que nos han sido enseñadas por los ancestros y cómo estas han sido aprehendidas en la manera de enfrentarse a la vida, en el diálogo y conexión con el mundo. En el caso de esta muestra, cada uno de estos artistas tiene un discurso muy personal y, de alguna manera, en todos hay un remanente filosófico.
AC: ¿Por qué Luces?
C: Luces se debe precisamente a eso que acabo de explicar. Se expresa en el trabajo individual de cada uno de los creadores donde la filosofía juega un papel fundamental. En Juan hay algo del cristianismo, su obra constituye una representación del Vía Crucis contada por medios abstractos. Rafael Villares tiene una suerte de misión con su obra que consiste en hacer sentir al espectador la conexión ser humano-entorno, el haber invadido las propias paredes de la galería conecta con esa idea de complementación con el contexto. En el caso de López Pardo, que es un artista muy minimalista en sus dibujos, trabaja en el contraste del blanco y el negro. En esa filosofía de lo mínimo para dar lo máximo, reflexiona sobre las problemáticas existenciales del hombre y su relación con el contexto del poder. Este tipo de artista nace de una conceptualización de la vida muy puntual. Douglas construye una obra que trata de desenmascarar la verdad revisando los entresijos de la Historia. Inti es un creador que se inspira en los filósofos y literatos chinos y hereda de esa gráfica tratando de sacar el mayor sentido con el mínimo gesto y llamar la atención sobre una imagen poética que sea capaz de emocionar en la vida contemporánea.
Luces no es más que llevar a una concreción curatorial ese principio de la Máxima, que es como se nombra este espacio e ilumina cada uno de esos discursos. A la vez, se ha tratado de dar coherencia a esa manera de conducirse con estas poéticas para tener un primer alumbramiento que es el de la concepción. Todo gira alrededor de la noción de la filosofía como verdad, como credo personal, como guía ante la vida.
Nayr López García