Praxis de lo posible en un ejercicio de arcilla y fuego para modelar lo necesario. De eso se trataba el intercambio profesional entre la Industria Cerámica de la Isla de la Juventud y un conjunto de estudiantes y egresados del Instituto Superior de Diseño de La Habana. La experiencia resultante germinó en un prolijo conjunto de piezas utilitarias elaboradas completamente en ese municipio especial, con materias primas nacionales, y concebidas para satisfacer necesidades de instituciones estatales y propias de la población autóctona.
Durante un corto periodo de tiempo, comprendido entre los años 1990-1994, se realizó esta labor, cuya ejecutoria merece una evaluación más allá de las coyunturas. Se trató de la materialización de un empeño que consiguió fusionar diversos saberes, perspectivas visuales y habilidades técnicas para generar una gama de formulaciones atemperadas en la eficiencia de sus funciones cotidianas. Todo ello fue posible gracias a la buena voluntad de los directivos de ambas instituciones, al caudal creativo de nuestros diseñadores y al empeño de muchos trabajadores con vasta experticia en la industria cerámica.
Estas prácticas se presentan hoy en el Museo de la Cerámica. Se trata de una iniciativa liderada por el diseñador Luis Ramírez, subdirector de la Fundación Caguayo, quien ha reunido piezas de ese momento, generalmente de las colecciones personales de sus autores. Se incluyen trabajos de Sonia Alamar, Glaucia Basulto, Cristina Corral García, José Espinosa & Equipo, Teresita Hernández Fernández, Lourdes León, Antonio Lewis, Peki y el propio Luis Ramírez.
Como fuego fatuo que proviene de una guaca sepultada por el tiempo, las piezas exhibidas han de llamar la atención para recapacitar sobre los errores cometidos que hicieron desaparecer este potencial industrial y cultural. Un ensayo de atinada comunión de intereses y proyecciones, que merece la pena reactivar.
Según afirma el diseñador Ramírez “Teniendo en cuenta los imperativos de los tiempos que corren, se hace necesario promover un debate que aquilate el rédito de estas producciones, desmonte las causas que originaron el cierre de esta importante industria nacional y se aventure a bosquejar cuáles deberían ser las acciones a emprender para su eventual renacimiento.”
La exposición permanecerá abierta al público hasta el 7 de junio próximo.