Con alrededor de una veintena de piezas escultóricas, Lidia Aguilera se presenta por estos días en la céntrica galería Collage Habana. La muestra, inaugurada originalmente durante el verano, fue cerrada al público durante los meses de confinamiento y recién vuelve a abrir sus puertas, para ofrecer al público un visionaje en extenso de los imaginarios de esta artista, empeñada en recurrentes asociaciones dialógicas que se concretan en ensamblajes en madera.
Nacida en Palma Soriano en 1932, a lo largo de su carrera Aguilera se ha debatido entre lo abstracto y lo figurativo. Acude ahora a volumetrías de claro acento vegetal, a manera de constructos verticales que se suceden como un tejido de variables infinitas.
Sobre su trabajo ha afirmado Miguel Barnet: “La obra escultórica de Lidia Aguilera nos muestra su modo de explicar esta unión del hombre con la realidad natural. Su obra más reciente nos hace vislumbrar lo primordial: la naturaleza aporta una visión que une lo vegetal y lo animal en relación estrecha con el ser humano”.
Especial para Artcrónica
Información e imágenes de Internet
Galería Collage Habana
San Rafael No. 103, entre Concordia e Industria, Centro Habana