Interesado en reflexionar sobre la existencia natural, entendida desde los sentidos esenciales, José Capaz ha elegido el árbol como principal motivo representacional; ese ente inamovible, indefenso, vulnerable, que es sometido a violentos procesos. Partiendo de tal enfoque, el pasado 8 de octubre, en la popularmente conocida Casa de México, sita en la intersección de las calles Obrapía y Mercaderes, en el corazón de La Habana Vieja, quedó inaugurada Sedición, exposición personal del artista, donde cinco impactantes lienzos, conformados a base de fuertes empastes en óleo, cubren en gran escala las paredes de la galería.
Cada lienzo se presenta como momentos puntuales de una mirada deconstructiva hacia todo el proceso. La voluntad se presenta así, de la serie Sedición del período Vulgar, por ejemplo, resulta el escenario donde no solo conviven los troncos ya talados y luego apilados en forma de grandes listones de madera, sino que asombra en él la ausencia de la mano del hombre. El propio árbol, aun carente de movilidad, se ha sometido así mismo a la transformación.
En Tat Tvan Así, de la serie Sedición del Período Vulgar, el árbol solo, sin necesidad de distinción alguna en el fondo, devuelve el gesto lacerante. Han sido mutilados cada uno de sus elementos: tronco, raíces, ramas. Pálido y decadente, parece pedir ayuda, se consume en el mismo sitio que lo vio nacer, sin oportunidad de expresión alguna más allá que la mera exposición muda de sí mismo.
Llamará la atención, por supuesto, el énfasis que presenta cada uno de los títulos de las piezas, cuando luego del nombre que distingue a cada uno, esgrime Capaz una suerte de estandarte, de apellido reiterado, que los unifica en una misma familia. Es intención del autor que se reconozca la procedencia de esta serie, el momento exacto dentro de su producción personal en que ha sido concebida. Luego de transitar por una época, que él reconoce como «Formativo» (años en que estudia en la Academia de San Alejandro), se inserta en otra que llamará “Colectivo” (vinculado al grupo Stainless), hasta arribar por último a ese lapso de tiempo en el que se encuentra en la actualidad, denominado “Período Vulgar”.
Serán muchas las interpretaciones que sobre esas etapas y sus obras se desplieguen, pero con seguridad ellas nos remiten a múltiples provocaciones y cuestionamientos sobre humanidad, filosofía, realidad social, principios éticos, y, por qué no, clima y naturaleza.
Nayr López García