En el sustrato de la obra de Maikel Sotomayor hay una intención de sinceramiento representativo con el ambiente: un ambiente que pretende ser redescubierto, percibido desde su doble dimensión de éxtasis y desasosiego. La tentativa de crónica, de documento de viaje, que ha ido introduciendo en sus obras paisajísticas…
Sutil narrador que arma complejos rompecabezas de esa área de la vida cultural que a todos atañe. La búsqueda de la síntesis, la solución formal compacta y el vuelo poético con el que logra acercarse a temas ríspidos, en lo social y lo político, son algunas de las características que distinguen su producción.
“Observo las condiciones físicas y materiales del objeto. Exploro sus posibles capas, como un proceso de arqueología del cotidiano. Cuba es para mí una referencia y una fuente inagotable. A través de mi trabajo, me apropio de los objetos existentes con vida propia que pertenecen a un contexto específico”.
“Prefiero dibujar a hablar. Dibujar es más rápido y deja menos espacio para la mentira”.
Con un inaudito poder de síntesis, y auxiliado por la tensión entre la imagen y el texto, hay siempre en Elvis un relato larvado. Su poética tiene el excedente de valor de recordar que la sensibilidad que inspiró el arte cubano de los ochenta no es letra muerta. Es la antropología la matriz de su poética.
