Curaduría de Adriana Almada en Museo de América. Madrid
Esta exposición parte de un testimonio: los relatos visuales y discursivos de Ogwa, a quien los blancos, a mitad del siglo XX, llamaron Flores Balbuena. Mestizo, descastado, más allá de su trágica historia –marcada por el abandono, la miseria y la muerte violenta de sus seres queridos…