Nota editorial
Los números 18 y 19 de la revista digital Artcrónica están dedicados a la arquitectura cubana, la cual ha estado activamente presente, desde el surgimiento y la consolidación de la Nación, en los entornos construidos y en nuestras ciudades. La arquitectura es savia y crisol del espíritu de nuestra cultura.
Este “arte mayor”, no siempre comprendido en nuestro medio, es abordado con agudeza y sentido de actualidad por colaboradores de diferentes generaciones. Ellos representan a una parte de los protagonistas con que cuenta la arquitectura en áreas decisivas como la crítica, el ejercicio de la profesión, la conservación del patrimonio, la promoción y el debate intelectual. Es un empeño con un total de diez textos –entre ensayos y entrevistas– y con sus respectivos correlatos visuales.
El presente número 19 abre con los colaboradores Universo García y Humberto Ramírez y su “Panorama actual de la Arquitectura Cubana”. En ese ensayo hacen una disección de nuestra arquitectura y sus grandes contradicciones: las dificultades para el libre ejercicio de la profesión y el intrusismo profesional extranjero. Dos aspectos que restan validez a la trascendencia cultural de la arquitectura cubana contemporánea.
Nguyen Rodríguez nos explica la estrategia de Fábrica de Arte Cubano, como institución promotora del arte cubano, desde la arquitectura y el diseño en todas sus facetas. Anadis González y Fernando Martirena abordan la situación actual del diseño interior a partir de tres ejemplos, con los que tensan e ilustran –a manera de un triángulo– la situación actual de la manifestación: en un vértice, “el diseño oficial”; y por los otros dos, “el diseño independiente”, sin respaldo legal.
Jorge Fernández, en un emotivo escrito, rinde homenaje a Vittorio Garatti. Junto a Roberto Gottardi y Ricardo Porro son los creadores de las Escuelas de Arte, consideradas “una de las obras [arquitectónicas] más grandes de todos los tiempos”, según el autor.
Finalizamos con Vittorio Garatti. Desde su pasión por la arquitectura y por Cuba, responde a Artcrónica con una emotiva y lúcida reflexión sobre el encargo de las Escuelas de Arte.
En la anterior entrega de nuestra revista, la número 18, Eduardo Luis Rodríguez ha reflexionado sobre la encrucijada y crisis en la que se encuentra la arquitectura cubana en este momento, a través del ensayo “Arquitectura: Modo de Empleo”. Y de manera enfática define, como única perspectiva posible para su eficacia, a la condición artística.
Andrés Duany nos ha brindado criterios actualizados sobre las ciudades cubanas, especialmente La Habana, y sobre el reto que representa el turismo para su desarrollo.
Ángela Rojas enumera los valores que pudieran ser imperecederos de La Habana, en esa correspondencia dinámica que va de lo urbano a lo arquitectónico, de lo material a lo poético e intangible, de la referencia física del pasado al presente. Reafirma su convicción de que solo una postura ética salvará esos valores.
Daniel Taboada e Isabel Rigol han ofrecido testimonios sobre sus valiosas prácticas en la labor de conservación del patrimonio. Puntuales visiones, a modo de estímulo y enseñanza, para las vigentes y nuevas generaciones de arquitectos.
Queremos agradecer a todos los investigadores, editores, diseñadores y fotógrafos, que han trabajado para esta iniciativa editorial. Ellos han secundado, con conocimiento y experiencia, la presente y comprometida inmersión de Artcrónica en el tema Arquitectura y Ciudad.
Julia León, José Antonio Choy, David Mateo