Un mirón que atisba por la cerradura
Ricardo Porro se define a sí mismo como un hombre de amor. Pareciera un magno conquistador del lenguaje primigenio del ladrillo, el hormigón, el acero y el vidrio. Considerado por muchos como un arquitecto inclasificable, difícil de etiquetar, se ha mantenido ajeno tanto a los juicios de la mayoría de...