Mujeres grabadores. 60 por el 500
Había una vez una mujer que se hizo grabadora. Ella oyó decir que otra mujer, Amalia Simoni, esposa de aquel diamante con alma de beso, también había hecho impresiones, allá por el siglo XIX, en Cuba. Nunca pudo precisar el dato, pero la duda la hizo andar la Isla. Y buscando la obra de una mujer…